Integrantes del destacamento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de la isla de La Palma procedieron a la investigación de un varón de 54 años de edad como presunto autor de un delito de maltrato animal en el municipio de San Andrés y Sauces. El motivo es que todo indica que acabó a golpes con la vida de un perro de su propiedad y después lo enterró en una huerta de la citada zona del Norte de la Isla.

Los hechos se produjeron entre los días 12 y el 14 de septiembre, cuando, gracias a la siempre necesaria colaboración ciudadana, se tuvo conocimiento del hecho ilícito. Y, ante dicha circunstancia, se inició una investigación del supuesto ataque por parte de los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.

Gracias a las gestiones efectuadas por los citados funcionarios del cuerpo de seguridad, se logró averiguar la zona donde el presunto autor del maltrato animal se habría desecho del cuerpo de un can. El animal fue enterrado en un huerto contiguo a la vivienda del ahora y propiedad del mismo individuo, según la información ofrecida por parte del Gabinete de Prensa de la Comandancia Provincial del Instituto Armado en una nota remitida en la jornada de ayer.

En el mencionado enclave, los profesionales del Seprona procedieron al hallazgo del cuerpo de un perro adulto de la raza bóxer. Los investigadores del Instituto Armado realizaron su exhumación y se llevó a cabo el traslado de los restos a una clínica veterinaria situada en el municipio de Santa Cruz de La Palma, con el objetivo de realizar el correspondiente informe pericial veterinario y así poder determinar las causas de la muerte del can.

Los resultados de ese estudio permitió saber que el referido perro habría sufrido diferentes golpes de gran intensidad en varias partes del cuerpo del ejemplar de bóxer, como cabeza, columna vertebral y pelvis. Las lesiones le provocaron al animal lesiones hemorrágicas de distinto calibre, que derivaron en un shock traumático y un shock hipovolémico y hemorrágico no estabilizado, que desembocó en un fallo multiorgánico y posterior muerte.

De las actuaciones, integrantes del Servicio de Protección de la Naturaleza instruyeron diligencias, las cuales fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción que estaba en funciones de Guardia de Santa Cruz de La Palma, por un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos (maltrato animal), previsto en el artículo 337 del Código Penal, castigado con pena de 6 a 18 meses de prisión e inhabilitación especial para la tenencia y cuidado de animales de 2 a 4 años.