La explosión de un patinete eléctrico fue el desencadenante del incendio que en la noche del miércoles calcinó un piso de protección oficial en el barrio de Añaza, en Santa Cruz. Así lo apuntó en la mañana de ayer Roberto Rodríguez, uno de los moradores de la vivienda. "Esto es una desgracia", lamentó tras un siniestro que, afirmó, destruyó la casa en su totalidad.

A primera hora de este jueves, el inmueble era el centro de todas las miradas en el tramo de la Rambla Añaza en el que se encuentra el bloque que se vio afectado. Por allí estaba Roberto junto a su hermano Ayoze, también residente en el piso, ambos a la espera de que les informasen si podrían recibir algún tipo de apoyo social. "A ver si el alcalde nos ayuda a solucionar el problema", confió Roberto.

"El niño puso a cargar el patinete y explotó delante de nosotros; incluso se quemó un poco la mano y el pie", expresó sobre el origen del fuego. Lo siguiente fue salir tan rápido como pudieron de allí. "Nos fuimos con lo puesto; salimos corriendo con los niños", manifestó.

"Se quemó completa", sintetizaron los afectados sobre los daños sufridos, e indicaron que, tras los desalojos iniciales, la mayoría de los vecinos ya habían vuelto ayer a sus casas. Algunos, eso sí, habían sufrido también desperfectos en sus viviendas. Detallaron que en uno de los pisos más cercanos el techo se vio afectado, al igual que en otros dos casos más en los que la techumbre acabó "en el suelo".

La intensidad de las llamaradas, pese a que finalmente solo una vivienda resultó más notablemente dañada, fue destacada, tal y como se puede comprobar en un vídeo subido a las redes sociales por la Policía Local de Santa Cruz. "Incendio de importancia en zona de viviendas de Añaza; en el lugar trabajando equipos de Bomberos de Tenerife", escribió el cuerpo policial en Twitter tras declararse el fuego. "Varias personas atendidas por inhalación de humo y un herido por quemaduras trasladado por el Servicio de Urgencias Canario al Punto de Atención Continuada de Añaza" fue otra de las publicaciones realizadas.

Los hechos han dejado hasta a seis personas sin su hogar. Según el testimonio de Roberto, en la casa residían él, sus padres, dos de sus hermanos y la pareja de uno de ellos. Además, sus dos hijos también se alojan allí cuando están con él, como ocurría este miércoles. Rodríguez precisó que a partir de ese momento unos se trasladaron a casa de su abuela y otros a viviendas de amigos que los acogieron para que pudieran pasar la noche.