Un juzgado de Madrid tendrá que decidir, por primera vez en España, si retira o no la patria potestad a un condenado por terrorismo yihadista, una resolución que adoptará después de la vista oral que se celebrará el martes por la demanda presentada por la exmujer del recluso, con el que tuvo dos hijos.

Ha sido Raquel Alonso, la autora del libro 'Casada con el enemigo' y fundadora de la Asociación contra el Radicalismo Extremista y Víctimas Indirectas (Acreavi), quien ha presentado la demanda, que verá el Juzgado de Primera Instancia número 75 de Madrid.

La presentó contra Nabil Benazzou Benhaddou, condenado a ocho años de cárcel por un delito de integración terrorista como miembro de una célula denominada Brigada Al Andalus, desarticulada por la Policía Nacional en junio de 2014 en Madrid en la denominada "operación Gala".

Nueve integrantes de esta red fueron condenados en septiembre de 2016 por la Audiencia Nacional (fallo que confirmó el Tribunal Supremo después) a un total de 75 años y medio de cárcel como integrantes de esa célula dirigida por el expreso de Guantánamo Lahcen Ikassrien y dedicada a la captación y adoctrinamiento de yihadistas.

Nabil Benazzou está preso en la cárcel de A Lama (Pontevedra) y tendrá que comparecer en la vista por una demanda que, además del divorcio, pide que la patria potestad de los dos hijos del matrimonio (de 18 y 13 años) se atribuya en exclusiva a la madre y se le prive de ella al padre.

Reconoce la demanda, a la que ha tenido acceso Efe, que privar de la patria potestad a un progenitor "es una medida grave que debe ser objeto de interpretación restrictiva", por lo que para adoptarla "deben concurrir circunstancias excepcionales que así lo aconsejen, y siempre desde la perspectiva del interés de los hijos conforme al principio 'favor filis'".

Pero entiende que en este caso debe adoptarse para "garantizar la protección y seguridad" de los dos hijos.

Y para justificarlo, la demanda relata todo el proceso de radicalización de Benazzou desde 2011, en coincidencia con la muerte de su padre y su despido del trabajo.

El demandado cambió radicalmente sus costumbres (hasta ese momento occidentalizadas) y "pasó de ser una persona amable, cariñosa y dialogante a volverse intransigente y de conducta agresiva", añade el escrito.

La demanda se detiene especialmente en la labor de adoctrinamiento que Benazzou realizó con su hijo, hasta el mundo de querer enviarle a Siria para combatir con la Yihad.

De este modo, el escrito se remite a algunas de las conversaciones que el demandado mantuvo con su hijo y que obran en el sumario de la Audiencia Nacional sobre la 'operación Gala', a la vez que recoge el miedo que sus dos vástagos le tenían.

Incluso, añade el escrito, Benazzou obligó a su primogénito a visionar un vídeo en el que degollaban a cuatro "infieles".

Para la defensa de Raquel Alonso, que el recluso ejerza la patria potestad sobre sus hijos "implica poner a estos en un real y manifiesto riesgo", ya que, según resalta el texto, Benazzou sigue radicalizado y, además, y a pesar de que tiene derecho a una llamada diaria, no llama a sus hijos desde la cárcel, lo que demuestra "su desinterés".