El músico grancanario Teddy Bautista, a quien la Fiscalía pide siete años de prisión en el llamado Caso Saga por apropiación indebida o, alternativamente, de administración desleal, negó ayer -durante su declaración en el juicio por esta causa- haber contratado al que fuera director de la empresa Microgénesis S.A, José Luis Rodríguez Neri, a quien ha calificado de "gran profesional".

Aunque hoy continuará declarando, después de haber estado durante la mañana de ayer casi cuatro horas contestando a las preguntas del Ministerio Fiscal, Bautista quiso dejar claro que la decisión de nombrar en el año 2000 a Neri director general de SDAE, la filial digital de la SGAE, fue un "acuerdo" tomado por toda la "organización".

"Como todos los acuerdos, todos los tomábamos entre las personas de confianza, como el secretario general, el director de servicios jurídicos (...) siempre era una dirección del staff ejecutivo y ese mecanismo era para todo", subrayó Bautista, quien estuvo en la SGAE durante 34 años y presidió su Consejo de Dirección entre 1995 y 2011, año este en el que la Guardia Civil le detuvo junto a Neri y nueves personas más en el marco de la operación Saga.

Según matizó, fue en 1995 cuando conoció a Neri, pero no fue en el año 2000 cuando el entonces jefe de operaciones, Francisco Galindo, quien contaba con "toda su confianza", lo contrató ya que "llevaba usando los servicios de Microgénesis", momento de esta declaración en la que se detuvo a leer el nombre de la empresa.

"Estamos hablando de una época donde se produce un hecho importante que es que en la SGAE estaba a punto de preparase la celebración de su centenario (1999) y habíamos tomado la decisión de adaptar el ecosistema de protección de los derechos al estándar europeo", añadió.

Y Neri, "era la mejor persona" que tenían "en ese momento" al alcance de sus medios: "No podíamos contratar al señor de los sistemas de Microsoft, así que de acuerdo con nuestros conocimientos el señor Neri era un profesional de primera magnitud capaz de desarrollar un diccionario de datos a un complejo sistema de algoritmos".

Así nació la filial digital de SGAE, SDAE, que, según la Fiscalía, fue realmente una "sofisticada estratagema para derivar masivamente fondos de Sociedad General de Autores de España". Una filial que, en palabras de Bautista, supuso para la entidad de gestión de derechos de autor "pasar literalmente del siglo XVIII al XIX".