El magistrado sustituto al frente del Juzgado de Instrucción número 3 de Arona, Manuel Cerrada Moreno, ordenó la realización de una prueba pericial para determinar si el funcionamiento del calentador de butano de la vivienda rural de Tijoco Alto en la que aparecieron dos cadáveres en la tarde del pasado sábado era correcto o no, según la información ofrecida en la jornada de ayer por parte del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Cabe recordar que a las 17:00 horas del pasado 29 de agosto, una mujer, Sonia Hernández Arbelo, de 39 años, y Norberto Mesa, de 42, ambos vecinos de La Orotava, fueron hallados sin vida en el baño de la citada casa, en las medianías altas del municipio de Adeje. No tenían signos externos de violencia y las autopsias efectuadas a sus cuerpos en el Instituto de Medicina Legal confirmó que ambos fallecieron de manera accidental por la inhalación de gas.

Según los datos ofrecidos por parte del TSJC, las primeras investigaciones realizadas por parte de los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil apuntan a que la ventana del baño donde fueron hallados los cadáveres estaba cerrada e impedía la ventilación del habitáculo.

Ayer se confirmó que el informe preliminar de las autopsias revela que Sonia y Norberto fallecieron por asfixia y de manera accidental, "presumiblemente por una intoxicación por inhalación de gas".

Sonia, vecina de La Florida Alta, en La Orotava, y Norberto se desplazaron el viernes pasado hasta la vivienda rural situada en Tijoco Alto en el coche de la primera, un Peugeot 207 de color negro. Ambos pensaban disfrutar de un fin de semana de descanso en un ambiente romántico. Durante la noche se bañaron en la piscina de la finca. Y más tarde acudieron al baño, donde murieron pasadas las 23:30 horas. Norberto era amigo del hijo del propietario de la vivienda.