Un reguero de sangre en el portal dejaba entrever que lo que se había producido en el número 13 de la calle Tecén, en el barrio capitalino de La Isleta, en Gran Canaria, era una brutal agresión. Una madre y un hijo han sido detenidos este mediodía por acuchillar y golpear con un martillo a una vecina de su mismo edificio por, presuntamente, molestarles los gritos del bebé de la víctima. La agredida, de nombre María y de 35 años, se encuentra hospitalizada, estable, y en principio no se teme por su vida.

El suceso ocurrió sobre las 12.20 horas, pero se venía germinando desde horas antes. Josefina, residente en la citada calle, contaba que durante la mañana madre e hijo, que viven en la segunda planta, habían subido a la tercera para recriminarles los gritos del pequeño, de apenas año y medio, y que si no se callaba iban a llamar a asuntos sociales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

En ese momento María se encontraba fuera de casa, por lo que hicieron saber sus diferencias al hermano de ésta que cuidaba del niño durante su ausencia. Fue en el momento que la víctima regresó cuando se produjo la agresión. Según esta vecina, cuando se encontraba en la segunda planta madre e hijo comenzaron a golpearla y acuchillarla. Consiguió bajar hasta el portal, pero estos impidieron que abriera la puerta. "Comenzamos a escuchar gritos de ayuda, ayuda, socorro", que gritaba el hermano.

Cuando se acercaron al portal vieron que había un forcejeo en la puerta, que se abría y se cerraba. Los propios vecinos, entre ellos el marido, el cuñado de Josefina y ella misma, consiguieron abrirla. Estos se toparon con una imagen dantesca: la agredida tumbada en el suelo del portal, repleta de sangre y sus dos agresores en plena ataque, ella con un cuchillo y él con un martillo. "Me chocó ver que ambos tenían cara de placer, de satisfacción", resaltaba en varias ocasiones. "Si llegamos a tardar un par de minutos más, ella no lo cuenta", apuntaba Josefina. "Si no abrimos, no hubiera escapado, la hubiesen matado", apostillaba otro de los vecinos que también atendió a María.

Los agresores subieron "tan tranquilos" las escaleras hasta su vivienda donde se encerraron mientras la Policía Nacional acudía hasta el número 13 de la calle Tecén. Los agentes se personaron a la segunda planta para proceder a la detención de ambos, pero estos no abrían la puerta y se vieron obligados a tirarla abajo. Cuando accedieron al domicilio, ella aún portaba un cuchillo por lo que tuvieron que reducirla. Ambos fueron arrestados y ya se encuentran en las dependencias policiales.

Los sanitarios de dos ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC), una de ellas medicalizadas, atendieron a María, quien presentaba numerosas puñaladas por la cabeza, la cara y los brazos, y un fuerte golpe en un ojo, según explicaba Josefina. El médico decidió que fuera trasladada al Hospital Doctor Negrín, donde se encuentra estable y fuera de peligro, según precisaron fuentes consultadas.