Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Destacamento Fiscal del Puerto de Granadilla han detenido a una persona como presunto autor de un delito contra la salud pública y un delito de estafa al suministrar agua de riego en lugar de agua de consumo humano a través de su empresa.

La investigación se inicia a finales del pasado mes de julio cuando los agentes tienen conocimiento de los hechos en el momento en que se está produciendo el suministro del agua .

Ahí, la patrulla del Servicio Fiscal de la Guarda Civil que se encuentra de servicio observa como uno de los camiones que suministra el agua no cumple con las exigencias del Real Decreto 140/2003, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, motivo por el cual proceden a solicitarle la documentación obligatoria que tienen que llevar ese tipo de vehículos para ejercer esa actividad.

Tras las diversas excusas que traslada la empresa con el fin de evitar la presentación de la documentación correspondiente, los agentes de la Guardia Civil, con el apoyo de los Técnicos de Sanidad, pertenecientes al Servicio de Inspección Sanitaria y Laboratorio de la Dirección General de Salud de Tenerife consiguen confirmar que los vehículos que suministran el agua para consumo humano de entrada, uno no posee el informe sanitario obligatorio para los vehículos, y el segundo lo tiene caducado, por lo que no pueden ejercer ese suministro.

Por ello se informa al Servicio de Sanidad del Servicio Canario de Salud del único punto donde la empresa puede efectuar las cargas de agua y que estaría situado en Atogo.

Además, los agentes comprobaron que cuando se va a detener el proceso de avituallamiento, el camión que se encarga de suministrar el agua sale del puerto de Granadilla al objeto de volver a cargar y la empresa que suministra el agua, en lugar de cargar el agua del punto autorizado (que resulta ser una conexión de agua potable de la empresa municipal de aguas), lo realiza desde un punto de agua de riego de una finca particular, cuya agua inicialmente no es apta para el consumo.

De esta forma, los agentes pusieron en conocimiento del astillero de la naviera, así como de la consignataria del buque, las irregularidades del suministro por el posible riesgo sanitario existente para la tripulación y usuarios de ese suministro de agua, para que tomen las medidas de prevención oportunas.

Tras la investigación se constata documentalmente que la empresa, durante los últimos 5 meses, despachó 1.800.000 litros de agua de los que solamente 42.000 procedían de la red municipal de agua --según se acredita desde Entemanser--, así como que el operario de la empresa que estaba efectuando las labores de suministro en el puerto de Granadilla no estaba dado de alta en la Seguridad Social, por lo que también fue denunciado.

Igualmente se notifica a la Dirección General de Salud de Tenerife las irregularidades sanitarias de los vehículos, siendo precintado el vehículo que carga el agua.