Cerca de 40 millones de euros. Este es el volumen de negocio que hubiera generado en su venta callejera los casi 1.200 kilos de cocaína intervenidos en una operación antidrogas , y que ayer atracó en el Arsenal Militar de Las Palmas. La embarcación, en la que viajaban cinco personas, estaba durante el asalto policial sin vela, sin motor y "casi a la deriva, por lo que se puede decir que fue casi rescatado", según los mandos policiales. Fueron detenidos los cinco pasajeros, entre ellos un notario de la organización de narcotraficantes y conocido piloto de lanchas que hacen a gran velocidad las descargas en Galicia, además de otras siete en Pontevedra, y se esperan nuevas redadas en esa comunidad.

Fue una operación "rápida", para este tipo de acciones policiales. La investigación se inició en diciembre del año pasado, y en apenas siete meses se le asestó un duro golpe. En ella han colaborado la Guardia Civil, Policía Nacional, Aduanas de la Agencia Tributaria y, en última instancia, el buque de acción marítima (BAM) Rayo, de la Armada, con base en Las Palmas de Gran Canaria, uno de los buques con la tecnología más avanzada del Ejército español.

El trabajo policial permitió descubrir que la organización iba a alquilar un velero para descargar la droga en alta mar, pese a que no es su medio de transporte habitual, porque deben evitar los temporales del Atlántico. Y eligieron el 'Nergha', un barco de 16 metros de eslora.

Dos parejas salieron de Pontevedra a finales del mes de julio, simulando una viaje turístico. Su rumbo era las inmediaciones de Azores, al norte de Canarias. Allí se encontraría con el barco nodriza, que llevaba la mercancía procedente de una isla del Caribe, según los datos apuntados ayer por mandos de los cuerpos de seguridad y de Aduanas, para regresar luego a su puerto de partida, Pontevedra.

El buque de acción marítima fue activado el día 25 de julio, y el 29 se realizó la aprehensión, a un millar de millas de las Islas.

Lo que menos esperaban era que en el momento del abordaje se encontrara también a un quinto pasajero, un viejo conocido del mundo de la droga en Galicia.

"Es un histórico del narcotráfico en Galicia, muy conocido por ser un afamado patrón de lanchas y barcos. Y, en este caso, muy posiblemente era el 'notario' del grupo español ante los narcos colombianos, que tenía que atestiguar la presencia de la droga en el barco. Seguramente viajó desde cualquier país europeo Schengen a Sudamérica, se subió al barco y luego en una lancha al velero intervenido. Y, posiblemente, a la hora de la descarga también estaría.