"Ha sido una mañana algo agitada, pero la situación ya está bajo control". Ese es el resumen que Alpidio Armas, presidente del Cabildo de El Hierro, hizo en las primeras horas de la tarde de este martes del aparatoso incendio declarado a las diez y cuarto de la mañana en el Complejo Ambiental de El Majano. Un equipo del Consorcio de Bomberos de Tenerife acababa de aterrizar en la Isla para formar parte del retén que anoche refrescó el perímetro del punto limpio quemado. Los medios aéreos -tres helicópteros- habían vuelto a sus bases y en la zona quedaron las huellas de un susto veraniego.

"El único peligro era que las llamas pudieran alcanzar el monte más cercano, pero esa posibilidad se descartó de inmediato debido a la coordinada respuesta dada por los equipos de emergencias", precisa Armas de un dispositivo organizado en torno a dos helicópteros del GES del Gobierno de Canarias, un Kamov que participa en la campaña estival contraincendios, miembros del Consorcio de Bomberos de Tenerife, del Cecopin, Policía Local y Guardia Civil.

Humo negro y denso

Una cortina de humo, aún de un tamaño intermedio y de color gris, generó a media mañana una situación de alarma en el Cabildo de El Hierro. Por su posición, los vecinos intuían que el fuego se estaba produciendo en El Majano pero se desconocía la magnitud de un incidente que en menos de una hora hizo que el ejecutivo regional declarara la situación de emergencia. Como primera medida se ordena el cierre de la carretera HI-1, en un tramo localizado en el cruce de Tiñor y la rotonda de Isora. Asimismo, se recomienda a los vecinos que permanezcan en sus casa para evitar entrar en contacto con una nube que ya era negra y densa.

Dada la dimensión de las llamaradas y, sobre todo, el espacio que estaba ardiendo se ordenó la activación de una primera unidad del Consorcio de Bomberos de Tenerife. "Sabíamos que por la cantidad y el tipo de materiales que había en el Complejo Ambiental no iba a resultar fácil controlar el incendio", admite Armas al ser cuestionado sobre los materiales inflamables almacenados en el polígono industrial. "Los medios terrestres enseguida se vieron respaldados por los helicópteros y eso permitió perimetrar el suceso y que las llamas no afectaran a otras naves colindantes", explica el presidente insular de los instantes más complicados que se vivieron en El Majano.

Lejos de las poblaciones

Salvo alguna casa aislada, los núcleos poblacionales más próximos al epicentro del incendio están situados a una distancia media de entre seis y ocho kilómetros: los vecinos de Isora, La Cuesta y San Andrés fueron los que más cerca vieron los efectos de la nube tóxica. "Lo que más nos preocupaba era que la gente no se expusiera a su tocixidad", subraya Armas.

El principal inconveniente con el que se encontraron los medios aéreos que actuaban en El Majano fue el techo que cubría el Complejo Ambiental: solo cuando las descargas se fueron acumulando sobre el mismo punto la estructura cedió parcialmente y el agua pudo alcanzar directamente al fuego.

"Las cuadrillas se han empleado a fondo, pero dada la virulencia de las llamas hemos tartado en dar por controlado el incendio. En estos momentos, ya podemos decir que está apagado y que los bomberos remueven los rescoldos para evitar que quede un foco a partir del cual se reactive. Vamos a mantener un equipo en las instalaciones toda la noche para impedir otro disgusto", confirma el socialista cuando la amenaza estaba bajo control. "Todo ha quedado en un susto, en un buen susto que se ha resuelto bien".

Otras fuentes consultadas por este periódico indicaron que "las incidencias de estas características sabes cuándo aparecen, pero no el momento en el que las tienes controladas. Sobre todo, porque en medio se dan situaciones que son desconocidas -explosiones, objetos que alcanzan una elevada temperatura o la acumulación de residuos- y que normalmente alargan los servicios. No es el caso de un vertedero, donde las labores de extinción pueden durar días pero son salidas complicadas", relata un miembro de uno de los recursos de emergencias que se desplazaron a El Majano.

Montserrat Gutiérrez, consejera de Seguridad y Emergencia, destaca, al igual que Alpidio Armas, la buena sintonía con la que trabajaron los medios insulares y regionales para resolver una crisis que, además, contó con la presencia de un número importante de voluntarios. "También hay que agradecer que los vecinos de las localidades próximas cumplieran con las recomendaciones dadas y facilitaran los movimientos de los equipos contraincendios".