La fiscal Ruth Díaz solicitaba ayer al jurado de la Audiencia de Las Palmas una condena de 18 años para un ciudadano de Mali al que acusa de asesinar a su vecino de cuartería en una finca de Guía, en Gran Canaria, la madrugada del 24 de mayo de 2018, con un cuchillo con el que casi lo decapita.

En la primera sesión del juicio al que se enfrenta el acusado Bakary D., la fiscal indicó que la víctima estaba bebida y no tuvo oportunidad de defenderse, versión compartida por la acusación particular, que consideró que fue un ataque "perfectamente ejecutado", en el que no hubo "forcejeo, resistencia ni lucha", según el informe de autopsia. El acusado declaró que el fallecido, Mahfoud El Bairoukera, y él habían consumido alcohol, que discutieron y que, tras ser atacado por la víctima, lo mató porque quería acabar con la situación en la que le tenía el fallecido, de quien sentía miedo y le trataba como un "esclavo".

El procesado afirmó que "nunca antes había querido matar a nadie y que ese día había bebido mucho" y que estaba "muy arrepentido de lo que hizo".