Los dos sicarios británicos detenidos por el asesinato de un compatriota el pasado mes de noviembre en Mijas viajaron desde Reino Unido a la Costa del Sol para eliminar a su objetivo. Primero volaron a Barcelona, donde alquilaron un vehículo con el que se desplazaron hasta Mijas y comenzaron a acechar a la víctima durante varios días hasta encontrar el momento más idóneo para tirotearla. "La elección cuidadosa del lugar y hora para cometer el asesinato demuestra la experiencia criminal, sangre fría y peligrosidad de los dos detenidos", ha explicado hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga.

Lo hallaron sobre las 15.00 horas del 21 de noviembre en la calle Orfebres, en la urbanización Riviera del Sol, cuando Peter A.W, un mancuniano de 39 años con numerosos antecedentes penales por delitos cometidos en Reino Unido, volvía a casa y fue ejecutado a tiros al volante de su Audi. Como ya adelantara este diario, la rivalidad entre dos organizaciones dedicadas al tráfico de drogas es el principal móvil del crimen.

La Guardia Civil, con la ayuda de las autoridades británicas, no tardó en identificar a los dos sospechosos como miembros de una importante organización criminal inglesa dedicada a la adquisición, transporte y distribución de marihuana. Uno de los autores del crimen fue detenido en Londres y enviado a prisión por otros delitos anteriores que había cometido en aquel país, aunque ya hay tramitada una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) para que la justicia española lo pueda juzgar por el asesinato cometido en nuestro país.

El segundo investigado, por su parte, se estuvo desplazando durante cinco meses por distintos países europeos y sudamericanos hasta que regresó a España en pleno estado de alarma decretado por el coronavirus. Se instaló en una pedanía de Murcia y allí fue localizado y detenido en una vivienda que utilizaba para preparar los envíos de marihuana a su país. En el momento de la detención, los agentes encontraron 20 kilogramos de esta droga envasada al vacío.

La operación, llevada a cabo por la Comandancia de Málaga con apoyo de la Comandancia de Murcia y la policía de Manchester, suma un tercer detenido por su presunta pertenencia al grupo dedicado al tráfico de drogas. Este crimen formó parte de una oleada de asesinatos que la Costa del Sol encadenó el año pasado, sobre todo en el último tramo de 2019, la mayoría de ellos ya resueltos.