Pasado un día del rescate, a este patrón de Salvamento aún se le eriza la piel recordando la situación. "Es la primera vez que vivimos algo así. Es caótico mientras sucede, pero una vez que se ha terminado es muy relajante y satisfactorio, nos sentimos muy orgullosos del trabajo", confiesa. Él resume todo ese cúmulo de sensaciones y experiencias con sincero "Se queda uno muy bien".

No es la primera vez que Domingo Trujillo y el resto de tripulantes de la Salvamar 'Mízar' tienen que rescatar en alta mar a niños, algunos de meses, pero sí la primera que dejan de ser marineros para hacer de comadronas.

Poco antes de las nueve de la noche, la patera llegó al puerto de Puerto del Rosario. Allí les esperaban un grupo de gente con máscaras, guantes y algunos con trajes de protección. Llegaban a territorio coronavirus.

El relato lo continúa ahora Esperanza Bardanca, uno de los rostros más conocidos de Protección Civil en Fuerteventura. Lleva años ayudando a traer niños al mundo, aquellos que nacen en alguna ambulancia rumbo al hospital de la isla porque las contracciones y las distancias en carretera acaban jugándosela a las madres.

Fue la encargada de coger en brazos al bebé y llevarlo hasta la ambulancia, mientras los medios de comunicación lanzaban fotos y grababan en vídeo el momento. Tal vez, era la noticia más bonita que cubrían en los últimos tiempos.

La espinita de Esperanza

Con el rescate de ayer, tal vez también, Esperanza se quitaba una espinita. Durante la anterior etapa de llegada de pateras a Fuerteventura, vio cómo los equipos de rescate intentaban sin éxito salvar a un bebé de unos meses que habían localizado en alta mar en una patera mientras viajaban rumbo al archipiélago.

El pequeño de este martes ha tenido más suerte. No ha trascendido aún el nombre que su madre ha pensado para él, pero sí que los dos se encuentran juntos y en buen estado de salud en el hospital de Puerto del Rosario.

Esperanza cuenta que la madre estaba muy cansada y mareada por la travesía. Ya en el hospital le pegaron el bebé al pecho y el niño, al que describe como "un superviviente nato", comenzó enseguida a mamar y es que, según apostilla esta voluntaria de Protección Civil, "el hambre es muy fea y uno se tiene que buscar la vida".

Está previsto que este jueves la madre y el pequeño reciban el alta médica. Posiblemente la siguiente parada será alguna de las casas de acogida de Cruz Roja en Fuerteventura.

En los últimos meses, Cruz Roja no ha parado de recibir la visita de la cigüeña. Ayer, martes, nació otro bebé, cuya madre también llegó en patera hace poco a Fuerteventura.

Es el segundo que nace en la isla en abril, el otro fue el día 9. En lo que va de 2020, siete mujeres inmigrantes llegadas en patera a Fuerteventura han dado a luz en el hospital de la isla.

El nacimiento de este martes es el segundo que se produce a bordo de una patera este año rumbo a Canarias. El 8 de enero, otro niño nació y murió en una patera con 45 personas a bordo antes de llegar a Lanzarote.