El cuerpo sin vida del párroco del barrio de Cabo Blanco, en el término municipal de Arona, Tomás Santamaría Monasterio, fue encontrado durante la tarde de ayer en el interior de su vivienda, situada junto a la iglesia de dicha localidad, que está bajo la advocación de San Martín de Porres. El cuerpo de este hombre, de unos 81 años de edad, fue localizado en las escaleras del domicilio. Hasta el lugar acudieron agentes de la Policía Local de Arona, así como de la Guardia Civil del puesto de Playa de las Américas y personal sanitario, que únicamente pudo certificar el fallecimiento del citado cura. En principio, tras la primera inspección ocular por parte de los investigadores y el médico forense, no se apreciaron signos externos de violencia. Debido a las características del suceso, el caso está siendo investigado por miembros del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil del Sur de Tenerife.

Hipótesis

El cadáver fue localizado en torno a las 16:00 horas. En las primeras horas se barajaban como hipótesis del suceso que el cura pudiera sufrir una caída accidental, un problema cardiovascular o ambas circunstancias a la vez. El cuerpo sin vida fue trasladado hasta las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, donde en la jornada de hoy está previsto que le hagan la autopsia para determinar las circunstancias reales del fallecimiento.

Tomás Santamaría Monasterio también era conocido porque ejercía en los últimos años como confesor en la Cueva del Santo Hermano Pedro de Bethencourt, en la costa de Granadilla de Abona. El cadáver fue localizado en un rellano de la escalera de la vivienda, según explicaron algunas fuentes. Se contempla la posibilidad de que el fallecimiento pudiera ocurrir poco después de las tres de la tarde. Acababa de recibir un paquete por mensajería urgente y todavía tenía la caja junto a él cuando se encontró su cuerpo sin signos vitales.

El párroco estaba tendido boca arriba y sufrió un golpe en la parte posterior de la cabeza. Además, tenía una mancha de sangre en la frente. El suceso ha generado consternación entre la comunidad parroquial de la mencionada zona.