El presidente de la Asociación de jefes y subjefes de policías locales de Las Palmas, José Luis Herrera León, ha remitido un escrito al delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, en el que expresa sus quejas por la falta de información veraz y segura en una intervención desarrollada por agentes municipales de Agüimes y guardias civiles de varios puestos durante una reyerta ocurrida entre inmigrantes en el albergue situado en la Playa del Cabrón el martes de la semana pasada. De forma concreta, se refiere a si los participantes en el suceso tenían o no el Covid-19.

El motivo de la protesta es que el personal del centro les informó de que las mencionadas personas implicadas en el altercado no tenían el coronavirus, aunque tres días después del suceso, de forma circunstancial, se enteró de que nueve de los citados migrantes supuestamente habían dado positivo.

Herrera León recuerda que, desde hace unos días, se encuentran alojados en dicho establecimiento unos cuarenta inmigrantes, algunos de los cuales procedían del centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Barranco Seco, en Las Palmas. Respecto a este último recurso, cuatro de los usuarios fueron trasladados a un centro sanitario, pues dieron positivo al test sobre la citada enfermedad.

La intervención de los policías locales y de los miembros del Instituto Armado se efectuó "en espacios cortos de interacción con los internos". Y los agentes de la autoridad fueron informados por parte de dos integrantes de la seguridad privada y de personal de una ong que los migrantes allí acogidos estaban "limpios de la enfermedad Covid-19" y que, precisamente, habían sido trasladados a dichas dependencias para evitar su contagio, según el presidente de los jefes y subjefes de Las Palmas.

Para Herrera, los funcionarios de Guardia Civil y la Policía Local de Agüimes actuaron con los procedimientos de seguridad adecuados, pero con cierta confianza, al haberse comunicado "que todo estaba bien y sin personas contagiadas en el lugar".

Apenas tres días después de la reyerta en el albergue de la localidad costera, un mando de la Policía Local se enteró de que nueve de los migrantes con los que intervinieron dieron positivo al Covid-19.

En la queja al delegado del Gobierno se afirma: "Esto supone un grave riesgo, al actuar sin conocimiento y sin información previa, poniendo en grave riesgo de contagio a todos los actuantes, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, vigilantes, personal de Cruz Roja y a todos nuestros familiares (con los cuales compartidos habitación y domicilio), compañeros de trabajo y ciudadanos en general".

En esa línea, Herrera León expresa "nuestra mayor repulsa" por la situación experimentada, a la vez que valora esa circunstancia como "una grave desconsideración y falta de respeto a nuestra labor y a nuestros seres queridos, pues sabemos el riesgo al que nos exponemos cada día en aras de la seguridad de nuestros vecinos, pero no somos héroes, somos personas con familia y con el deber inexcusable de atender nuestras funciones, pero asimismo [necesitamos] garantías mínimas de seguridad".