El Juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife ordenó el pasado jueves el ingreso efectivo en prisión de una vecina de la villa de La Orotava, de 45 años, por desobediencia reiterada a la autoridad, el relación con el incumplimiento de la cuarentena por coronavirus.

La acusada fue condenada a 8 meses de prisión, que ahora deberá de cumplir de forma efectiva junto a una condena anterior por el mismo delito y otro de lesiones de idéntica duración que le había sido impuesta el pasado 4 de abril.

Según detalla el fallo, la ahora condenada había comparecido el pasado 4 de abril en el juzgado acusada de desobediencia grave a la autoridad y lesiones, y había salido de la sede judicial condenada de conformidad en juicio rápido a ocho meses de prisión, que se dejaron en suspenso al carecer la autora de antecedentes penales.

Cinco días después, el pasado jueves santo, la encausada volvió a sentarse en el banquillo de los acusados, esta vez acusada de desobediencia grave a la autoridad. Admitió los hechos y confesó su delito, para así beneficiarse de una rebaja sustancial en la condena.

La sentencia dimanante de esta conformidad declara probado que la acusada ya había obligado a la Policía a actuar "en diversas ocasiones" al ser sorprendida varias veces burlando la cuarentena.

"Pese a las advertencias y denuncias que anteriormente se le habían hecho", resalta el fallo, y "siendo perfectamente conocedora de la obligación que como todo ciudadano tenía de permanecer confinada en su domicilio, la encausada deambuló por itinerario desconocido, hasta que sobre las 16:30 del 8 de abril fue interceptada a la altura de la calle Clemencia Hardisson de esta capital".

La resolución judicial deniega a la acusada la suspensión de la pena por el antecedente señalado.

Tres condenados con sanciones previas

Durante la misma jornada del pasado jueves 9 de abril, el mismo juzgado, en función res de guardia, dictó otras tres sentencias condenatorias por violación de la cuarentena, todas ellas a personas que ya habían sido sancionadas previamente en dos ocasiones por vulnerar el confinamiento.

En los tres casos la condena fue la misma: cuatro meses de prisión por un delito de desobediencia grave a la autoridad. Las condenas quedaron en suspenso al ser su duración inferior a dos años, admitir la culpa los infractores y carecer de antecedentes penales.

Los sentenciados fueron tres varones de la capital tinerfeña de 21, 25 y 38 años.

Se adjuntan las cuatro sentencias, todas ellas firmes.