El Juzgado de Instrucción de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Granadilla de Abona (Tenerife) ha condenado a seis meses de prisión a un joven de 20 años tras ser denunciado por sus padres por incumplir el estado de alarma. En concreto, se le condena por un delito de desobediencia grave a la autoridad.

Tras dos sanciones por burlar el confinamiento por coronavirus, el joven vulneró de nuevo la orden de cuarentena, se dirigió a casa de sus padres enfermos y aporreó la puerta, a sabiendas de que sus progenitories se negaban a recibirle por el riesgo que ello suponía para su salud. En sentencia derivada de juicio rápido de conformidad, el órgano judicial en funciones de guardia declara probado que el ahora condenado había sido sancionado en dos ocasiones, el 19 y el 21 de marzo, por saltarse la obligación de confinamiento a sabiendas de que no debía hacerlo.

Sobre las 19.30 horas del pasado domingo, el joven se volvió a saltar el confinamiento y "se dirigió al domicilio de sus padres -mayores y con patologías médicas- en el mismo municipio y golpeó reiteradamente la puerta de la vivienda, a sabiendas de la negativa de éstos a que accediera a la misma por los riesgos evidentes que suponía para su salud". Fueron los propios progenitores del acusado los que avisaron a la Policía, según destaca el fallo.

Los agentes localizaron al acusado en las zonas comunes del edificio, sin causa justificada alguna para ello, y procedieron a su detención, ante su actitud deliberadamente rebelde y obstativa al cumplimiento de la prohibición ordenada. El acusado confesó los hechos y mostró su conformidad para beneficiarse de una rebaja en la condena.