Unos vecinos se habían percatado de la maniobra. El dueño de un conocido bar de Guanarteme , en Las Palmas de Gran Canaria, dejaba la verja del negocio echada pero no del todo y los clientes la abrían y entraban en el interior para consumir. La Policía Nacional actuó esta mañana y sorprendió al propietario y a dos ciudadanos en el interior consumiendo, quebrantando así el Estado de Alarma decretado el pasado 14 de marzo por el coronavirus.

Todo ocurrió en torno a las once de la mañana cuando un ciudadano alertó de que un bar de la calle Numancia mantenía su actividad pese a que lo tiene prohibido por la cuarentena decretada por el Gobierno para así hacer frente a la pandemia. Los agentes que acudieron hasta el negocio comprobaron que la cancela estaba bajada, pero no del todo. Así, los policías levantaron la verja y comprobaron que había tres personas en el interior: el dueño detrás de la barra y dos clientes que estaban consumiendo, según indicaron fuentes policiales.

Los policías han interpuesto tres propuestas de sanción a cada uno de los ciudadanos que estaban en el establecimiento por incumplir las restricciones recogidas en el Real Decreto 463/2020, del 14 de marzo, que establece el confinamiento de toda la población excepto determinados casos justificados.

En el caso del dueño, se podría enfrentar a una multa que podrían estar entre los 3.001 y los 60.000 euros si se considera que produjera un riesgo o un daño grave para la salud de la población, que puede ascender hasta los 600.000 euros si se realiza de forma reiterada. La Delegación del Gobierno, que recibirá la propuesta de sanción, será la que decida la cuantía.