Investigadores de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Equipo Territorial de Policía Judicial del Sur de Tenerife de la Guardia Civil consiguieron detener ayer a un hombre de 43 años de edad como presunto autor del homicidio del empresario apuñalado el pasado miércoles en la sede de su empresa en el núcleo de San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona.

En el cuerpo se han hallado numerosas y muy graves lesiones de arma blanca, por lo que se estudia si el sospechoso actuó con ensañamiento. En la mañana de ayer se llevó a cabo la autopsia en el Instituto de Medicina Legal.

La muerte violenta del propietario de Gomera Producciones, Carlos Torres Hernández, de 49 años, provocó consternación y desconcierto en muchos ciudadanos de San Isidro que lo conocían. Fue definido como "un vecino de toda la vida" en dicho núcleo, uno de los más importantes en densidad demográfica del Sur de la Isla. Era muy conocido, tanto por su condición de residente desde niño en la zona como por su actividad profesional, vinculada a la celebración de fiestas, producción de espectáculos, prestación de servicios y organización de eventos de diferentes características.

Fue un hombre que levantó de la nada su empresa vinculada al ocio y la diversión de los ciudadanos, que destacó por "ser trabajador, ahorrador y tener cabeza", según aclaró una comunicadora que afirmó conocerlo. Otra persona que lo conoció por organizar fiestas en uno de los pueblos de Granadilla explicó ayer que "le gustaba ayudar y colaborar en todas las situaciones". Recordó que siempre tuvo gestos solidarios y opciones para solucionar cualquier imprevisto que ocurriera, que pueden ser muy diversos en los festejos populares. Carlos Torres acudió de niño al colegio Juan García Pérez, y durante más de dos décadas ejerció como productor. Un mecánico señaló que pasaba muchas horas en la sede de su empresa. Algunas personas no se explican cómo pudo sufrir una muerte de ese tipo. Aclaran que tenía un perfil conflictivo ni aparentaba estar inmerso en situaciones problemáticas. Pero su forma de muerte también lleva a otras personas a ser prudentes y no hacer manifestaciones hasta que el asunto se esclarezca.

Su cadáver fue localizado en la zona del garaje o salón en el que guardaba una parte del material de Gomera Producciones, en el número 15 de la calle Las Viñas, cerca del antiguo acceso al campo de fútbol La Palmera y el Terrero de Lucha; una pequeña vía paralela a la avenida de Santa Cruz, en la parte alta de San Isidro.

A mediodía de ayer profesionales del Laboratorio de Criminalística de la Policía Judicial de la Guardia Civil continuaban en el interior de dicho salón, con el objetivo de analizar el escenario del homicidio, recoger todos los indicios posibles y efectuar el informe fotográfico. Además, varios contenedores de residuos sólidos y reciclaje permanecían precintados por el cuerpo de seguridad, tanto en la avenida Santa Cruz como en las cercanías de la calle Las Viñas, ya que también fueron inspeccionados.

El cadáver de Carlos Torres fue localizado alrededor de las 19:00 horas de anteayer por su secretaria. El cuerpo sin vida estaba en el suelo. Sin embargo, su entorno no había podido contactar con él desde las 15:00 horas. Según una de las fuentes consultadas, el día de los hechos había quedado para vender algunos equipos de sonido. Sin embargo, se desconoce si finalmente llegó a hacer tal operación o no.

Los primeros en llegar al lugar fueron policías locales, que, al comprobar la gravedad de los hechos, activaron a agentes de Guardia Civil.

Tres homicidios en ocho meses

En apenas ocho meses, tres homicidios han ocurrido en distintos puntos de San Isidro. El primero sucedió en el garaje de un edificio de la calle Los González. Gabino, un taxista de 64 años y vecino de Granadilla, murió a manos de un joven colombiano de 20 años de edad. El individuo sudamericano huyó del lugar del suceso en una bicicleta. Agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial del Sur de Tenerife y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial consiguieron identificar, localizar y arrestar al presunto autor, que fue enviado a prisión provisional días después del suceso.

En la madrugada del 25 de noviembre pasado (jornada en la que se celebra la lucha contra la violencia de género), la joven Sara, de 26 años de edad, fue asesinada a puñaladas por su expareja, otro ciudadano de origen colombiano, en el piso en el que ambos residían, en presencia de la abuela de la chica. El individuo fue detenido en la misma vivienda por policías locales de Granadilla, que lo entregaron al Instituto Armado. Este acusado también se encuentra en prisión preventiva en Tenerife II.