El hombre de 61 años de edad cuyo cadáver fue localizado durante la mañana del pasado lunes en un recinto abandonado en la urbanización Costa del Silencio, en el municipio de Arona, recibió múltiples lesiones. Hasta tal punto fue así que, en el transcurso de la primera inspección ocular del cuerpo, no fue fácil determinar cuál de las heridas le provocó la muerte.
El suceso ha generado una gran conmoción en la colonia de ciudadanos franceses y de los Países Bajos que residen en la urbanización Costa del Silencio, que lo trataron en algún momento o que lo veían con cierta frecuencia.
La víctima era una persona sin hogar de origen francés, según los datos que han trascendido hasta ahora. El cuerpo apareció en un bar que ha sufrido varios incendios y que se hallaba abandonado en las proximidades de las canchas de tenis y lo que un día fue un parque en la calle Andrómeda de la citada localidad.
La víctima fue identificada como Angelo Michel Y.C.C. y murió días antes de que se localizara el cadáver.
Las personas de su entorno más próximo no tenían conocimiento de su paradero desde el martes de la semana pasada. Ante la falta de noticias, su hija acudió a las instalaciones del puesto principal de la Guardia Civil de Playa de las Américas, en la avenida Noelia Afonso, e interpuso denuncia el viernes.
Si su último refugio estuvo en el citado edificio abandonado, tiempo atrás el ciudadano de origen galo vivió en una tienda de campaña situada en las proximidades de una estación de servicio ubicada en el enlace al barrio de El Fraile.
Desde un primer momento, el asunto generó interés y preocupación entre profesionales del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil del Sur de la Isla.
De hecho, agentes de dicha unidad solicitaron la colaboración ciudadana para intentar localizar a Angelo Michel desde antes de que se encontrara su cuerpo con muchas lesiones.
Ante las numerosas evidencias de que sufrió una muerte violenta, los funcionarios del cuerpo de seguridad realizan diversas gestiones para tratar de identificar, localizar y detener al autor o autores del suceso, así como las circunstancias que motivaron un ataque tan violento y ese grado de ensañamiento con la víctima.
