Agentes de la Unidad de Intervención Policial (Unipol) de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife detuvieron a dos varones por distintos delitos que se produjeron durante las primeras horas del pasado lunes de Carnaval cuando terminaban los bailes populares de la noche anterior.

El primero de los acusados, quien fue identificado como L.F.C.R., de 25 años de edad, es el presunto autor de un abuso sexual. Mientras prestaban servicio dentro del dispositivo preventivo del Carnaval santacrucero, los miembros de dicho grupo de intervención fueron requeridos por unos jóvenes que denunciaron que un hombre había realizado tocamientos a una amiga sin su consentimiento.

La víctima, de 19 años, fue atendida por los agentes en primera instancia y asistida posteriormente en el Hospital del Carnaval, donde también fue asesorada por el personal del Punto Violeta. Según testimonio de la citada joven, estaba bailando con el agresor cuando repentinamente le realizó tocamientos en la zona genital, que ella rechazó de inmediato. Los amigos de la afectada, que se percataron de la acción, se encararon con L.F.C.R. y este huyó del lugar.

Gracias a la descripción del disfraz que llevaba el referido individuo y a una búsqueda realizada a través de las redes sociales con algunos de los datos aportados, se localizó al arrestado en la avenida Marítima, tras una batida realizada por los policías.

Al ser detenido este joven se resistió a la acción policial y tuvo que ser reducido por los agentes. A pesar de que fue trasladado a un centro sanitario, no quiso ser atendido y fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción que estaba en funciones de guardia.

En el transcurso de la misma noche, los profesionales de la Unipol arrestaron a un adolescente de 17 años, por presuntamente agredir a su pareja en la avenida Francisco La Roche. En este caso fue un vigilante de seguridad quien dio la voz de alarma tras presenciar como este chico golpeaba a una joven y la zarandeaba.

Los agentes de la Unipol, que se encontraban en los alrededores, acudieron de inmediato y separaron a la pareja. En ese momento, la chica agredida, una menor de 17 años también, trató de evitar el traslado de su presunto agresor por parte de los policías.

Una vez controlada la situación la joven se negó a ser identificada, aunque con el apoyo de los agentes de la Policía Local, adscritos a la Fiscalía del Menor, se pudo descubrir que vive en un centro de menores del que se encuentra fugada desde el pasado 11 de enero. Desde ese día se interpuso una denuncia por su desaparición.

Tras las diligencias oportunas se comunicó a los progenitores del detenido su situación y el episodio de violencia machista se puso en conocimiento de la Fiscalía de Menores.