Una patera que partió el pasado lunes desde la costa de Dajla, en el Sáhara Occidental, llegó durante la tarde de ayer, tras cuatro días de travesía en muy malas condiciones de mar, a una playa del sur de Gran Canaria con un fallecido y 34 supervivientes a bordo, entre ellos seis bebés.

La embarcación fue avistada sobre las 13:00 horas, cuando ya alcanzaba la playa del Matorral, en las cercanías del pueblo de Castillo del Romeral, cuyos vecinos prestaron la primera ayuda en forma de bebida y abrigo a sus ocupantes, que desembarcaban exhaustos y ateridos. Así lo relató a Efe un portavoz de la organización no gubernamental (ong) Cruz Roja Española este jueves.

A bordo de la barquilla, viajaban 35 inmigrantes de origen subsahariano, de forma concreta diecisiete mujeres, doce varones (entre ellos el fallecido) y seis bebés, según las cifras facilitadas a Efe por la Delegación del Gobierno en Canarias y Cruz Roja.

Los servicios de emergencia creen que se trata de una de las cuatro pateras con un centenar de personas a bordo que estaban en búsqueda en estos momentos en las aguas al sur de Canarias.

De la salida de todas ellas desde las costas del Sahara el lunes, el martes y el miércoles (las primeras, en medio de una densa calima en esta zona del Atlántico), se sabe por las alertas que aportaron familiares de los inmigrantes e integrantes de la organización no gubernamental mencionada.

Cuatro de los ocupantes de la embarcación llegada a Castillo del Romeral fueron derivados a centros hospitalarios de Las Palmas de Gran Canaria con agotamiento, deshidratación y problemas estomacales.

De hecho, varios de los inmigrantes relataron al personal sanitario que los atendió que, durante la travesía, bebieron del mar al quedarse sin agua potable.

En cuanto al fallecido, su hermana, que le acompañaba en la patera, contó a la Cruz Roja que durante el tiempo que estuvieron en el mar comenzó a sentirse muy mal y se negó a comer.

La organización no gubernamental Caminando Fronteras apunta, basándose en el número de ocupantes y en el detalle de la cantidad de niños, que se trata de la primera que partió esta semana, una embarcación que zarpó desde Dajla hacia Canarias durante la jornada del lunes con 32 personas a bordo.

La segunda patera en hacerse a la mar de esa tanda de embarcaciones, la que salió el martes, se dio la vuelta cuando sus ocupantes comprobaron las condiciones de viento y mala mar.

Una de las 32 personas que iban a bordo consiguió este jueves enviar un mensaje de whatsapp con las coordenadas de su posición a la misma ONG, lo que permitió que los rescataran.

Según ha señalado a Efe la portavoz de este colectivo, Helena Maleno, la Marina Real marroquí consiguió localizarlos y socorrerlos muy cerca de Dajla, la antigua Villa Cisneros. Son 27 varones adultos, cuatro mujeres y un menor de edad.

Con este fallecido, son ya cinco los cadáveres que deja la ruta migratoria del Atlántico en las costas de Canarias en lo que va del presente año.

Esa cifra incluye a las dos personas que murieron horas después de ser rescatadas por un mercante a 800 kilómetros al sur de El Hierro, tras pasar casi dos semanas a las deriva en el océano.

Pero cabría elevarla a doce, porque los supervivientes de esa tragedia han relatado a las autoridades que siete personas más murieron en ella: dos que fallecieron mientras estuvieron perdidos, cuyos cuerpos fueron arrojados al mar, y cinco que saltaron al océano, tras perder toda esperanza de llegar a las islas.