Cinco años después de detectar absentismo escolar en una estudiante de 13 años, por su ausencia continuada a las clases en un instituto de Aspe, el juzgado ha abierto juicio oral sobre la causa, cuando la menor ya tiene 18 años y es madre.

A mayor abundancia, la joven en cuestión tiene un hijo y está a punto de dar a luz el segundo. Algunas de las personas que han sido citadas a declarar y con las que ha contactado este diario, señalan al respecto que lo más probable es que, llegado el momento, reciban la notificación de que el juicio se ha suspendido.

El referido caso de absentismo escolar es de los que fueron calificados en su momento de extrema gravedad, de ahí que se acabara remitiendo a la Fiscalía de Menores.

Una vez llevadas a cabo todas las actuaciones posibles tanto desde el centro educativo como desde el propio Ayuntamiento, a través de un programa propio contra el absentismo que posibilita el contacto directo con la familia a través de los Servicios Sociales municipales, el caso acabó en Fiscalía.

Y ahora, cinco años después de que la Concejalía de Educación de Aspe pusiera en manos de la Fiscalía de Menores este caso de absentismo continuado, para el que no obtenían la necesaria colaboración de la familia, las partes están empezando a recibir la correspondiente citación del juzgado con el propósito de tomarles declaración en juicio oral.

"Ayer recibí la notificación de un juzgado de lo penal para acudir a juicio oral por un caso de absentismo escolar como concejala de Educación en 2015", ratifica María García Artero, que actualmente está jubilada. La ex edil recuerda que desde el Ayuntamiento se envío a la Fiscalía de Menores el caso sobre el que ahora se le cita a declarar, de la niña de 13 años "que no iba al instituto". También añade la incongruencia de que actualmente la menor estará a punto de tener su segundo hijo.

"Parece una soberana tontería destinar recursos económicos y tiempo a un juicio que ya no resuelve nada", añade la ex concejala a preguntas de este diario. Además de a la familia de la joven, a la que se acusa por un delito de abandono de obligaciones, se ha citado a la joven madre con 18 años ya cumplidos,a la ex edil ahora jubilada y al trabajador social que llevó el caso en su momento.

"Un caso de absentismo escolar llega a la Fiscalía de Menores cuando no se obtiene ninguna respuesta positiva y se considera que la menor está en riesgo", apunta García Arteros, quien destaca a su vez el excelente resultado del plan municipal contra el absentismo que conseguía recuperar a la mayoría de los alumnos absentistas.

La ex edil hace un esfuerzo por recordar aquel caso, que efectivamente se dio por perdido tanto desde el instituto como desde el Ayuntamiento porque la menor no volvió más a clase y había una absoluta falta de colaboración por la familia.

María García, que también ejerció de directora durante varios años en otro de los institutos de la localidad, ha podido pulsar las situaciones de absentismo escolar desde distintos frentes. "La colaboración entre centros y ayuntamiento es imprescindible y el resultado era positivo en la mayoría de los casos pero por los motivos que fuera esta alumna no fue más al centro".

También subraya que en otros casos, tras enviar el expediente a la Fiscalía de Menores, solía establecerse un feedback solicitando más información o aclaraciones. Sin embargo, sobre el caso de la menor de 13 años que ahora tiene 18 "no hubo feedback", concluye.

La provincia registra 2.300 alumnos absentistas

Al menos 2.300 alumnos de colegios e institutos de la provincia, entre los 6 y los 16 años de edad, faltan a clase de forma continuada y sin justificación, extremo calificado como absentismo escolar. La Conselleria de Educación se ha propuesto reducirlo de modo significativo con la implicación de la totalidad de los ayuntamientos, a partir de los propios planes y recursos humanos de que disponen en las concejalías de Educación, como tienen en Aspe desde hace años.

Premio nacional por dejar a cero la falta a clase

Aspe recibió el año pasado el galardón del Ministerio de Educación por su plan contra el absentismo escolar

El Plan municipal de Intervención y lucha contra el Absentismo Escolar de Aspe recibió el curso pasado el premio nacional del Ministerio de Educación y de la Federación de Municipios y Provincias por unas «buenas prácticas» que han llevado a reducir a cero la ausencia a clase en los colegios de la localidad y a tan solo un 2,6% el porcentaje de absentismo escolar en los institutos, hasta 18 puntos por debajo de la media en la Comunidad y 17 por debajo de la media nacional.

La ex concejala de Educación García Artero, jubilada desde 2016, destaca la "eficacia" de un plan que abarca a la totalidad de la localidad. "Se actúa desde que los niños están en Primaria, que es donde se puede ser más eficaz, y por eso da tan buenos resultados".

Las entrevistas inmediatas con los padres y la medidas de acompañamiento al menor, junto a la intervención de una educadora social municipal, que actúa de intermediaria entre las familias y el centro, han contribuido con el paso del tiempo a erradicar por completo a ausencia a clase en los primeros cursos obligatorios, hasta los once años. El paso de los alumnos a Secundaria también se controla de forma bastante efectiva. Cuando recogió el premio en Madrid, la entonces edil socialista Myriam Molina destacó que "este programa lleva ya mucho tiempo en el Ayuntamiento y lo vamos mejorando año a año".