El Ministerio Público solicita cinco años de prisión para los dos acusados de cometer una estafa con la venta del 50% de las acciones de un pozo de agua situado en Arafo. Los dos implicados en este engaño, con antecedentes por delitos similares, consiguieron ingresar 135.000 euros, después de que uno de ellos convenciera a la víctima de que el citado recurso de captación de agua ofrecía unos beneficios muy importantes.

Ayer estaba previsto que se celebrara un juicio en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por esta causa, pero, al final, la vista no llegó a celebrarse y tendrá lugar próximamente.

Según las conclusiones provisionales de la representante de la Fiscalía asignada a este caso, los dos procesados se pusieron de acuerdo para efectuar su acción y obtener un beneficio patrimonial ilícito.

El plan de ambos individuos consistió en ofrecer al ahora afectado la posibilidad de arrendar o comprar la mitad de la propiedad de un pozo, en cuya sociedad explotadora poseían la mitad de las acciones. El gancho fue que era "muy rentable", aunque, en realidad, era todo lo contrario.

Según el informe elaborado por parte de la fiscal, uno de los acusados era paciente y amigo de la víctima desde hacía doce años. Para lograr su objetivo, uno de los presuntos autores se reunió en diversas ocasiones con la víctima y le entregó documentación que supuestamente probaba la alta rentabilidad que le proporcionaría la operación.

El denunciante decidió invertir, mediante la entrega de 135.000 euros en varias aportaciones, así como una cuota mensual de 2.500 euros, con opción a compra de la totalidad del pozo.

De esta manera, entre el 2 y el 5 de enero del 2015, el afectado les entregó 60.000 euros . El 19 de enero se firmó el contrato en Sevilla. Dos días después, la víctima de la estafa efectuó un ingreso en una sucursal bancaria de otros 60.000 euros.

Varias semanas después, uno de los acusados empezó a reclamarle la cuota mensual de 2.500 euros. Entonces, la víctima requirió el contrato firmado en la capital andaluza para saber los ingresos que daba el pozo. Uno de los implicados empezó a darle largas. Entonces, se puso en contacto con el propietario del otro 50 por ciento, quien le confirmó que el recurso de captación de recursos hídricos no estaba dando beneficios. Cuando pidió la devolución de los 135.000 euros, los autores de los hechos le entregaron un pagaré sin fondos, que, a su vez, le generaron unos gastos al estafado de más de 6.000 euros.