El hombre, de 35 años de edad, fue condenado en el condado inglés de Lancashire a dos años de cárcel y su nombre estará en el registro de delincuentes sexuales durante 10 años, según indica el medio británico LancsLive. El incidente se produjo hace unos 20 años, cuando el varón, con iniciales T.R., era un adolescente y agredió a un niño y le obligó a tener actos sexuales con él. Era "una forma de experimentación sexual", afirmó durante el juicio.

Sin embargo, el recuerdo del abuso se quedó grabado en la memoria de la víctima, aunque "enterró el recuerdo" hasta que lo denunció a la Policía en 2018. La mujer de T.R. al enterarse de estas acusaciones por primera vez dio por terminado el matrimonio y restringe el acceso a su hijo.

El varón decidió entonces mudarse a Tenerife y trabajar como gerente de un bar aunque dejó el trabajo a principios de febrero de este año. T.R. se declaró culpable y junto con otros tres cargos de indecencia con un niño recibió la "sentencia máxima disponible en la fecha de la comisión del delito".