La atención de un dominicano y dos agentes fue clave para que no muriera un ladrón de Arrecife que trae de cabeza a la Policía Nacional por sus numerosos hechos delictivos.

El conocido delincuente, con numerosos antecedentes policiales, estuvo a punto de morir desangrado en la madrugada del pasado 24 de enero tras asaltar la Pastelería Lolita de la calle Doctor Juan Negrín, si no llega a ser por la rápida intervención de una pareja de policías nacionales de la capital que estaban de servicio esa noche y cuyos primeros auxilios permitieron contener la fuerte hemorragia en uno de sus brazos del asaltante. Se cortó con el cristal de la puerta del establecimiento en el que robó la caja registradora.

El torniquete militar que el joven policía en prácticas de 23 años, Pablo R., le practicó en el brazo izquierdo al ladrón herido permitió contener la pérdida masiva de sangre, al hacer compresión en la extremidad superior. El agente realizó el torniquete con una cinta que llevaba consigo. Con ello, evitó que el accidentado entrara en estado de shock con el grave peligro de que perdiera la vida. Su compañero de turno esa noche, el policía Arturo Fernández, adoptó la rápida decisión de utilizar el dispositivo para detener la sangre, que "salía a borbotones", relataron ayer ambos en la Comisaría de Arrecife. Junto a esa vital atención, un cúmulo de casualidades contribuyó a que el varón, de 37 años, esté vivo.

Los dos policías se encontraban de guardia en la zona del Puerto de Arrecife cuando recibieron desde el 091, en torno a las 3.30 horas de la madrugada, el aviso de que había saltado la alarma en la Pastelería Lolita. En vez de tomar la carretera de Los Mármoles, la Rambla Medular y la calle Doctor Gómez Ulla para luego girar por Doctor Juan Negrín hasta la Pastelería Lolita, Arturo, que conducía en ese momento el vehículo policial, decidió coger otra dirección. "A mitad de camino pensé por qué había ido por la Circunvalación de Arrecife y luego bajado por Los Cuarteles y tomado Blas Cabrera Topham en vez del otro camino. Pero esa decisión fue determinante porque pasando la gasolinera pequeña situada frente a la farmacia y cerca del cruce con la calle Triana, vi a una persona al fondo que me hacía señales con los brazos. Si hubiese bajado por Gómez Ulla no la hubiese visto", relató Arturo, que lleva 14 años en Lanzarote.

El ciudadano que levantó los brazos para llamar la atención de los policías es el dominicano Yulis Ramírez, vecino de Arrecife, quien intentó frenar la sangre del hombre taponándole la herida con su chaqueta y haciéndole compresión.

Los agentes, pertenecientes al Grupo de Atención al Ciudadano de la Comisaría de Arrecife (GRAC), se acercaron y cuando llegaron a la altura de la casa de apuestas Luckia se encontraron con una persona inconsciente tirada en el suelo en la entrada de ese local con un corte en la muñeca. "El dominicano nos explicó que lo vio sangrando a borbotones y entendimos que era una arteria y ahí es cuando decidí que había que hacerle un torniquete", dijo Arturo, quien le levantó "el brazo más alto que el corazón para que no sangrase más".

A continuación, solicitaron la presencia de una ambulancia, que "llegó bastante rápido", aseguró Pablo. Añadió que "le pusimos el torniquete de emergencia, le apretamos el velcro y le dimos vuelta al aplique que lleva este dispositivo para cortarle la hemorragia". Con este sistema puede estar hasta un máximo de entre tres y cuatro horas. "El médico me dijo en el hospital que si no llega a ser por el torniquete esa persona hubiera fallecido porque perdió unos tres litros de sangre e iba a entrar en parada cardiorrespiratoria", aseveró Pablo, quien lleva unos siete meses en Lanzarote, su primer destino.

"Me siento orgulloso"

"Gracias a los conocimientos que adquirí en la Escuela de Policía en Ávila y el hecho de haber actuado con decisión, le hemos salvado la vida a una persona y es una satisfacción. Me siento orgulloso de ello", destacó el funcionario en prácticas, natural de Andalucía. Cuando le comentó a su madre lo ocurrido "se quedó en shock, ya que, afortunadamente, es una situación que no se ve en el día a día".

Pablo siempre quiso ser policía nacional . Confesó que cada día que se pone su uniforme para ir a trabajar, se da cuenta de que "estaba en lo cierto, es la profesión a la que estaba destinado".

Después de que la ambulancia del SUC evacuara al herido al hospital, los policías se dirigieron a la Pastelería Lolita a comprobar la alarma. "Vimos que el cristal estaba fracturado, llamamos al propietario y, cuando vinieron, hicimos una inspección ocular y encontramos documentos del individuo, como su DNI, una citación judicial y efectos personales, como un bote con metadona", detalló Arturo. Siguiendo los rastros de sangre encontraron la caja registradora del local tirada dos calles más arriba y vacía, en Antonio Armas Curbelo.

Se de la circunstancia de que el mismo delincuente había intentado atracar el mismo negocio 48 horas antes. Una vez dado de alta del hospital fue detenido como presunto autor de un robo con fuerza. Es un viejo conocido de la policía, entre otras cosas, por la sustracción de bicicletas.

Aún no ha entrado en prisión por ninguna de las causas que tiene pendientes en Lanzarote, indicó el comisario jefe de la Policía Nacional de Arrecife, José Luis Galdón.

"Estoy muy orgulloso de mi compañero y del dominicano", destacó Arturo, quien no es la primera vez que se enfrenta a un suceso con heridos de gravedad. Otra de sus actuaciones destacadas tuvo lugar el 14 de agosto del pasado año cuando tres varones resultaron heridos de diversa índole en un incendio provocado, uno de ellos incluso fue atado de manos con bridas. Cinco personas fueron detenidas por esos hechos.

Para el comisario es "una satisfacción" la actuación del policía en prácticas del pasado 24 de enero que permitió que el hombre se salvara, porque "la formación de los futuros policías en la Escuela Nacional de Ávila es cada vez más integral, no solo con los aspectos jurídicos y técnicos profesionales, sino también en relación a la asistencia sanitaria, que permite salvar vidas y poner en valor este tipo de actuaciones policiales". Galdón se jubilará el próximo 18 de febrero tras dos años y dos meses en Arrecife.

Los alumnos aprenden en la asignatura Técnicas Asistenciales y de Urgencia (TAU) cómo llevar a cabo los primeros auxilios. Uno de los contenidos de esa materia, explicó Pablo, es el de técnicas compresivas que se aplican a heridas que están sangrando y fue la que puso en práctica hace un par de semanas.

"El herido me pidió ayuda"

El dominicano Yulis Ramírez salía de trabajar como dj de una discoteca de Arrecife en la madrugada del pasado 24 de enero, cuando de camino a su casa, a la altura de la calle Doctor Gómez Ulla, se percató de que unos metros más atras, en el cruce de Triana con Doctor Juan Negrín, había una persona ensangrentada que pedía ayuda. "Me lo encontré en la acera y me pidió que llamara a una ambulancia, que se había cortado con un cristal. Le hice un torniquete con mi chaqueta. A los dos minutos se cayó al suelo desplomado. Sangraba un montón", dijo Yulis en relación al herido de gravedad que momentos antes había asaltado la Pastelería Lolita de la calle Doctor Juan Negrín.

Al poco tiempo, el dominicano vio un coche de la Policía Nacional al que le hizo gestos demandándole ayuda. "Tuve suerte porque me vieron", dijo. Casualmente resultó ser el de los agentes Arturo Fernández y Pablo R., que se dirigían a la Pastelería Lolita tras ser avisados de que había saltado la alarma de ese negocio.

Yulis, vecino del barrio de Titerroy y residente en Lanzarote desde hace nueve años, admitió que no se asustó al ver lo ocurrido a pesar de que era la primera vez que se enfrentaba a una situación de esas características.