El Juzgado de lo Penal número 5 de Santa Cruz de Tenerife condenó a un vecino de Tacoronte como autor de un delito de intrusismo profesional, ya que se arrogó funciones de veterinario, a pesar de que carecía de la titulación oficial. El citado órgano judicial le impuso una multa de 2.160 euros, es decir, unos seis euros diarios durante 12 meses. Esta persona actuaba con la identificación de "Pinto" en la zona Norte de la Isla. Esta resolución no es firme y contra la misma cabe presentar recurso de apelación.

La acusación fue posible gracias a un trabajo de investigación desarrollado por agentes de la Unidad de Policía Ecológica de la Policía Local de La Laguna en marzo del pasado año. El Colegio Oficial de Veterinarios reconoció ayer que, desde hacía años, tenía conocimiento de que un hombre identificado como "Pinto" realizaba trabajos con animales sin tener formación ni titulación para ello. De hecho, este organismo llegó a insertar anuncios en los medios de comunicación para advertir de que se trataba de un intruso.

El proceso judicial se inició a raíz de una denuncia interpuesta por una vecina de la localidad lagunera de Tejina, después de que una perra Yorkshire fuera atacada por otro can y sufriera graves lesiones. Esta mujer contactó con dicha persona para que le explicara el alcance de las heridas y si se podía hacer algo por salvar al pequeño animal.

El ahora condenado exploró al ejemplar, aconsejó su sacrificio y se ofreció a realizar la gestión por 70 euros, que le fueron entregados en ese momento. Al final, la perra murió por las graves lesiones y por causas ajenas a la actuación del falso veterinario.

Al día siguiente, la hija de la dueña del animal lo llamó y le exigió ver la documentación en la que se acreditaba la incineración del animal. Entonces, el individuo identificado como "Pinto" le reconoció que no era un veterinario titulado. Y después le llevó el cuerpo del can en una bolsa negra y le devolvió los 70 euros.

Dicha persona acudió a interponer denuncia en la Policía Local de La Laguna, donde se asignó el caso a la Policía Ecológica, cuyos agentes realizaron un concienzudo trabajo para esclarecer los hechos e identificar al individuo, en colaboración con sus compañeros de la Policía Local de Tacoronte.

El Colegio Oficial de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife ejerció la acusación particular en este proceso. Dicha entidad comunicó de forma periódica en medios de comunicación que "no existe ningún colegiado veterinario" en la Isla apellidado o conocido como "Pinto", "dadas las reiteradas noticias de actos de intrusismo profesional cometidos por alguien bajo dicho sobrenombre, aunque no se tiene la certeza de si se trata o no de la misma persona ahora condenada".

Desde el Colegio Oficial aclaran que "en ocasiones nos encontramos en los centros veterinarios verdaderas barbaridades resultantes del intrusismo, que, a veces, son irreparables y mortales de necesidad".

Este organismo estima que estas situaciones hay que denunciarlas, no solo por ser delito, sino por la cada vez mayor concienciación social sobre la importancia del bienestar y salud de los animales.

Recuerda que estas irregularidades afectan a mascotas, pero también a animales de granja que podrían llegar al consumo humano, por lo que se pone en riesgo la salud pública.

El Colegio Oficial agradeció a la veterinaria que posibilitó la actuación de la Justicia. Además, resalta "la gran labor profesional desplegada en este caso por la Unidad Ecológica de la Policía Local de La Laguna", a la vez que destaca el trabajo del oficial responsable de la instrucción del atestado.