La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a una mujer, de 52 años, a la pena de cinco años y un día de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, con la concurrencia de las circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal agravante de parentesco y atenuante de actuar bajo la influencia de las bebidas alcohólicas.

Asimismo se le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros a la víctima durante seis años y deberá indemnizarle en concepto de responsabilidad civil a la cantidad de 824,10 euros por las lesiones ocasionadas y en la cantidad de 1.403 euros por las secuelas.

Todo ello después de declararse probado que el 1 de septiembre, sobre las 23:00 horas, la mujer mientras se encontraba en su vivienda en Vecindario (Gran Canaria), en compañía de su pareja sentimental, de 62 años, con quien convivía se dirigió, con la "clara intención de acabar con la vida del mismo, o siendo plenamente consciente del riesgo para su vida y sabiendo y asumiendo las altas probabilidades" de causarle la muerte, a la cocina, cogió un cuchillo de 25 centímetros de largo y se abalanzó sobre el hombre, que estaba en una de las habitaciones, mientras le espetaba "te mato, te mato".

Seguidamente se inició un forcejeo entre ambos, llegando a clavarle el cuchillo en el costado del hombre, por lo que el mismo huyó hasta la azotea de la vivienda. Sin embargo, la acusada le persiguió y volvió a clavarle el cuchillo en la espalda, cabeza y piernas.

Esto hizo que la víctima presentara heridas en la región lateral izquierda del cuello que necesitaron de seis puntos de sutura, mientras que en el flanco derecho precisó de cinco puntos de sutura y en el flanco izquierdo cuatro puntos. Además en la cara anterior del antebrazo izquierdo requirió de cinco puntos, así como tenía heridas puntiformes y penetrantes en el flanco izquierdo del abdomen que necesitaron de seis puntos.

Estas heridas, recoge la sentencia, pudieron causarle la muerte, ya que se trataba de regiones que contienen estructuras vitales.

Asimismo se consideró probado que el día de los hechos la acusada se encontraba bajo la influencia de las bebidas alcohólicas tras haberse tomado varias copas de ron durante toda la tarde.