Cuatro de los exdirecivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) han admitido haber actuado con imprudencia y no haber prevenido con medios técnicos el accidente del metro en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas. Un escueto «sí, acepto» pronunciado por Vicente Contreras, Francisco García, Sebastián Argente y Juan José Gimeno ha puesto punto final a trece años de agonía.

Los cuatro exdirectivos de FGV admiten dos delitos contra los derechos de los trabajadores por imprudencia profesional, 43 homicidios imprudentes en concurso de 47 de lesiones. Ninguno ha querido hacer declaraciones a su llegada a la ciudad de la justicia a primera hora de la mañana. Ni siquiera la exgerente de FGV, Marisa Gracia, que ha resultado absuelta tras la autoinculpación de sus exsubordinados.

Los abogados de las víctimas han aprovechado una breve intervención para recordar que la asociacón de víctimas del 3 de julio quería «la verdad, no la pena o la venganza», ha segurado Vicente Baeza, abogado de la Avm3j. Las víctimas consideran un logro este reconocimiento de hechos, tras trece años de lucha.