El dueño de la finca donde se encuentra el pozo en el que murió Julen, el niño de dos años rescatado sin vida después de caer en dicha prospección en Totalán (Málaga), fue condenado a un año de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave tras conformarse con los hechos y aceptar el acuerdo alcanzado entre las acusaciones y su defensa. Esta pena de prisión ha sido suspendida por el magistrado, por lo que no entrará en la cárcel.

El Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga acogió ayer una vista en la que las acusaciones y la defensa presentaron el acuerdo alcanzado en las últimas horas que evita la celebración de todo el juicio, que incluye, además del año de prisión, el pago de una indemnización de 89.500 euros para cada uno de los padres de Julen y de 663.982 euros para la Junta de Andalucía por las tareas de rescate. El suceso se registró en enero del pasado año.