El Tribunal del Jurado resolvió que la funcionaria del Ayuntamiento de El Rosario acusada de malversación de caudales públicos no es culpable. Y, a continuación, la magistrada Esmeralda Casado dictó de forma verbal una sentencia absolutoria para dicha empleada municipal, que se encuentra en excedencia y se tuvo que buscar un empleo como camarera para salir adelante.

Los miembros del Jurado tuvieron en cuenta la contradicción entre dos testigos que ejercieron como ediles de Juventud. Así, José Estévez aseguró que conocía la existencia de la caja de caudales en la que la procesada guardaba dinero de las inscripciones de rutas de senderismo, que la misma existía cuando se incorporó como edil y que tanto él como la acusada ponían dinero de su bolsillo para costear algunos imprevistos. E Iván Armas negó conocer la existencia de ese dinero en la Casa de la Juventud en los meses en que ejerció de concejal de dicha área.

Se valoró también el testimonio de otra funcionaria, que declaró que en el Consistorio cobró a vecinos por inscribirse en las rutas y que el dinero lo metió en un sobre y lo entregó en la Tenencia de Alcaldía a nombre de la acusada, pues era esta la que se encargaba de recoger tales recursos.

Para el Jurado, no quedó acreditado que el dinero ingresado y gastado por la acusada se dedicara a otros fines que no fueran los del propio funcionamiento de la Casa de la Juventud de El Chorrillo.

Tal y como planteó durante la vista oral el abogado defensor, Francisco Elá, tampoco se probó que haya existido perjuicio patrimonial para el Ayuntamiento de El Rosario. La reclamación final de la Fiscalía y de la acusación particular, ejercida por el Consistorio, ascendió a 235 euros.