El olfato es uno de los sentidos más desarrollados de los perros. De esto no había duda, pero si además los canes son entrenados para seguir el rastro de determinadas sustancias, el poder que despliegan los conocidos también como "mejores amigos del hombre" es sorprendente.

Algo así debió de ocurrir hace unos días cuando Hara y su guía, ambos de la subunidad canina de la Unipol de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife detectaron un curioso escondite para ocultar marihuana. Aunque al dueño de la hierba seguro que le costó un tiempo encontrar un sitio donde dejar a buen recaudo su marihuana, a Hara solo le bastó unos segundos para seguir el rastro hasta el escondite: el interior de una bombilla de cristal opaco, de las de bajo consumo, como informa la Policía Local en un tuit.

A pesar del ingenio que algunos malgastan para sus asuntos, lo cierto es que no dejan de sorprendernos: unos por su imaginación para ocultar estupefacientes y otros, por su espléndido sentido del olfato.