El pasado 4 de enero, la madre de George D., un español afincado en la ciudad alemana de Fráncfort, no pudo volar en un vuelo de Ryanair al ir en silla de ruedas. La mujer, de 63 años de edad, tiene un grado de discapacidad de un 85% y no pudo coger el avión, ya que nadie la ayudó a subir a la aeronave, según indica el periódico 20 Minutos .

El hijo acudió junto a su madre al aeropuerto de la ciudad alemana con la intención de que ella volara hacia Alicante. "Mi madre no puede andar mucho, por lo que siempre pedimos la ayuda de silla de ruedas", cuenta George que se quedó quedó esperando junto a su madre hasta que viniera el responsable.

"Nos dijeron que tenían mucho ajetreo, que iban a tardar entre 40 y 50 minutos". Después de llegar los asistentes, "llevaron a mi madre hasta la puerta de embarque y yo ya me fui", cuenta el afectado. "Nos dijeron que sentían llegar tan tarde, pero aseguraron que tenían tiempo de hacer el check-in y de embarcar", añade.

El vuelo despegó sin su madre, por lo que George volvió al aeropuerto a hablar con Ryanair: "Me dijeron que fuese a recoger a mi madre, que no era su responsabilidad". Además, no dieron la opción de otro vuelo alternativo para ese mismo día: "Nos ofrecieron un vuelo al día siguiente desde la ciudad de Colonia -a dos horas de Fráncfort- o un vuelo para el 7 de enero".

George ha puesto una reclamación a la empresa de movilidad, desde donde le aseguraron que eso nunca había pasado: "Estaban perplejos, no sabían cómo explicarlo". George afirma, por otro lado que, la empresa de asistencia le dijeron que "si Ryanair no tuviera la culpa de esto, no le hubieran ofrecido otro vuelo", cuenta George que piensa que la responsabilidad del abandono de su madre es culpa de ambas compañías. "Estuvo mucho rato sola" y, tratándose de una persona en silla de ruedas, "les tendrían que dar mucha más atención que a otras personas", añade