Al menos 176 personas murieron por el accidente de un avión de pasajeros Boeing 737 de la aerolínea ucraniana Ukraine International Airlines (UIA) que se estrelló ayer poco después de despegar del aeropuerto internacional Imán Jomeini en Teherán. El avión, un Boeing 737, cayó por un aparente fallo técnico pasadas las 6:00 (hora local), "minutos después" del despegue, según la Media Luna Roja, que participó en el despliegue de emergencia. El jefe de la organización en Irán, Morteza Salimi, confirmó el fallecimiento de todas las personas que viajaban a bordo. La Media Luna Roja y las autoridades iraníes cifraron en 179 el número total de pasajeros y tripulantes a bordo de la aeronave, de los que 147 tenían nacionalidad de Irán, según el jefe de los servicios de emergencia, Pir Husein Kulivan.

Sin embargo, el primer ministro de Ucrania, Oleksei Honcharuk, aseguró que los "datos preliminares" muestran que a bordo viajaban 167 pasajeros y nueve tripulantes, lo que situaría en 176 el número provisional de fallecidos. De estas víctimas, once fueron identificadas como ucranianas, incluida toda la tripulación. Entre los fallecidos también habría canadienses, suecos, afganos y británicos, si bien el jefe del Gobierno de Ucrania aclaró que todavía no se ha elaborado una "lista final" de víctimas. El Ministerio de Transporte de Irán explicó que la aeronave se estrelló después de que uno de sus motores se incendiara. Autoridades iraníes y ucranianas descartaron "a priori" que se trate de un ataque o un acto de sabotaje, mientras que tanto Kiev como la aerolínea aseguraron que el avión estaba en buen estado. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lamentó la tragedia y confirmó que ordenó a la Fiscalía abrir una investigación penal para depurar responsabilidades, así como un examen más amplio del estado de la aviación civil.