El Juzgado número 2 de Arucas (Gran Canaria) considera que existen indicios para juzgar por estafa e intrusismo a un fisioterapeuta detenido en 2011 por vender falsos tratamientos con células madre a pacientes con problemas neurogenerativos con la promesa de que volverían a caminar.

En un auto hecho público ayer, el juez encargado del caso pone fin a más de ocho años de instrucción y declara formalmente procesados a Santiago S. y a su esposa, Florencia G., a la que considera no solo conocedora, sino partícipe del plan fraudulento que se llevaba a cabo en la clínica de ambos en Firgas. El instructor estima que existen pruebas para mantener que Santiago S. se aprovechó de la reputación de una empresa de EEUU a la que decía representar y, sobre todo, de "la desesperación" de familias con menores en silla de ruedas o dependientes de un andador para "ejecutar un plan con el que lucrarse de manera ilícita", vendiendo falsos tratamientos.

El acusado llegó a cobrar 55.800 euros a algunos pacientes haciéndoles creer que iban a recibir una rehabilitación puntera con células madre supervisada desde EEUU por la empresa Bioscitex, supuestamente capaz de revertir la lesión neuronal que les impedía caminar, cuando todo lo que hacía con ellos era darles masajes y ponerles inyecciones de hormonas del crecimiento. Santiago S. regentaba en Firgas una clínica de rehabilitación que llegó a estar concertada con la sanidad canaria, hasta que en 2008 el Gobierno regional le retiró tal condición y la subvención pública.