Llegaban en un vehículo policial a la Jefatura Superior de Policía y subían las escaleras ya en calidad de investigados. La Policía Nacional localizaba y arrestaba este jueves a los integrantes de la manada de Santa Eulalia, los hombres acusados de haber violado a tres hermanas en Nochevieja.

Los sospechosos son afganos y tienen edades comprendidas entre los 20 y los 25 años. Pasarán este jueves su primera noche en el calabozo y se espera que presenten declaración este viernes ante los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional de Murcia, que se hizo cargo de esta investigación.

Las víctimas, tres hermanas de 18, 20 y 23 años respectivamente, denunciaban ante la Policía Nacional que tres individuos las habían violado en una vivienda de la plaza de la Candelaria, en la capital murciana. Rápidamente, los investigadores se ponían manos a la obra para dar con el paradero de estos sujetos, los cuales, según la declaración de las víctimas, serían tres amigos, extranjeros, con los cuales coincidieron en un pub para celebrar la llegada de 2020. Los ataques sexuales se habrían producido después, en el piso.

Ellos dicen que fue consentido

Aunque se tomará declaración a los sospechosos ya mañana, fuentes cercanas al caso han adelantado que ellos niegan haber violado a nadie y afirman que todo contacto con las chicas fue consensuado.

Las víctimas fueron sometidas a un examen forense, tras poner la denuncia. Según fuentes policiales, hay indicios no solo de ataque sexual, sino de lesiones en una de las jóvenes atacadas.

Ahora ha de ser el Juzgado de Guardia el que, presumiblemente el sábado, decida el destino de estos tres sospechosos.

A la hora de enjuiciar los hechos, fuentes consultadas por esta redacción recuerdan que ya existe jurisprudencia relativa a la intimidación ambiental, elemento clave para aplicar la doctrina que inauguró el Tribunal Supremo con la primera Manada (la de Pamplona) y que el mes pasado se empleaba para condenar a tres exfutbolistas del Arandina a la pena de 38 años de cárcel por agredir sexualmente a una menor.

Asimismo, se ha de demostrar si hubo cooperación necesaria, esto es, si cada uno de los acusados es responsable de la agresión cometida por él mismo y cooperador de la realizada por los demás. Una figura que se está aplicando también a la hora de enjuiciar a estas manadas.

La de Santa Eulalia es la tercera manada investigada en el municipio de Murcia. La primera, la de Beniaján (tres hombres agredieron a una joven, a la cual habían emborrachado previamente) en 2018; la segunda, la de Santa Rita, el pasado mes de agosto (una chica fue atacada por tres varones en un bloque de pisos de la barriada murciana) y, ahora, la de estos sospechosos.