El hombre que fue detenido el pasado viernes por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía como sospechoso de un caso de muerte violenta registrado en un descampado de San Miguel de Geneto ha admitido presuntamente que suele practicar el "cruising", es decir, el sexo en espacios públicos.

El arrestado, de 44 años, permanece en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial con el objeto de que se pueda esclarecer su posible participación en la muerte de un varón, de unos 40 años, que apareció semidesnudo en un solar abandonado próximo a la calle Mayber, ubicada en el municipio de San Cristóbal de La Laguna: cuando los agentes que fueron alertados para atender este servicio llegaron al lugar de los hechos lo encontraron en camiseta y calzoncillos. Este hecho no ha sorprendido a diferentes vecinos que han sido consultados por este periódico, puesto que esa es una práctica común. "Los encuentros entre hombres no son nuevos", incide un transeúnte horas antes de que se confirmara la existencia de un arrestado.

El fallecido, que llamó la atención de los vecinos con unos gritos de socorro, presentaba al menos unas heridas compatibles con el ataque de unos perros, animales que todavía estaban en la zona cuando los efectivos policiales ya se habían hecho cargo de unas diligencias que aún se encuentra bajo secreto judicial. Al informe inicial se le añadió las aportaciones de los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Tenerife.

Mordeduras mortales

Al margen de los desgarros que se apreciaron en una de las extremidades superiores del difunto, aún se están estudiando otras señales de violencia que posibiliten ubicar al aún detenido en el lugar de los hechos. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que el hombre que pasará en las próximas horas a disposición judicial presentaba una pequeña herida en la cabeza y, al parecer, también tenía un rastro de sangre en uno de sus zapatos.

El sospechoso, que inicialmente colaboró con los agentes para dar con la ubicación exacta del fallecido, pudo incurrir en alguna que otra contradicción durante las conversaciones que mantuvo en calidad de testigo con los agentes. Una de las cuestiones que analizaron en los primeros pasos de la investigación fue la posible relación que pudiera existir entre la víctima y el detenido. Durante la conversación posiblemente fue cuando el encarcelado admitió que era conocedor de que en la zona se practicaba el "cruising" y que incluso, supuestamente, él lo suele practicar.

Al margen de este caso, y dada la alarma vecinal que se ha creado en la zona, un portavoz de los residentes asegura que un taxi con licencia en La Laguna es uno de los turismos que suele estacionar entre la arboleda para que sus ocupantes practiquen el sexo.

Fuentes policiales, asimismo, admitieron a este periódico que en la zona se han producido en más de una ocasión altercados en los que se vieron implicados personas que estaban en el interior de un coche y otras que ejercían como mirones.

Igualmente, indicaron que en el municipio existen puntos habituales para este tipo de encuentros localizados en la Mesa Mota, en veredas del Monte de Las Mercedes, en la zona de Los Rodeos o en las inmediaciones del campus central de la ULL.