En el incendio registrado durante la noche del pasado lunes en una vivienda del barrio de La Salud de la capital tinerfeña, la mujer identificada como Águeda R.A., de 86 años de edad, falleció de forma accidental al inhalar humo cuando se hallaba acostada en la cama. Una de las hipótesis barajadas por los servicios de seguridad y emergencias es que el fuego comenzó en el colchón donde se encontraba en ese momento la víctima.

Ayer se realizó la autopsia a la octogenaria en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife. El cuerpo de la mujer se hallaba parcialmente carbonizado cuando fue detectado por bomberos del Consorcio de Tenerife destinados en el parque de Tomé Cano.

Según las fuentes consultadas, las llamas se desarrollaron de forma muy lenta durante, al menos, un par de horas antes de que fuera detectado por los testigos que alertaron a la sala operativa del 1-1-2. El trágico suceso se produjo en el número 56 de la calle Mencey Imobac.

La víctima residía sola en dicho domicilio, una vivienda unifamiliar. El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad activó a policías locales de Santa Cruz de Tenerife, miembros de la Policía Nacional, personal sanitario de una ambulancia de soporte vital básico y voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de la ciudad.

Los bomberos tuvieron que romper la puerta para acceder al interior del inmueble. Inicialmente, estos profesionales se enfrentaron a un incendio rutinario, pero en una de las habitaciones estaba el cuerpo sin vida de la mencionada mujer.

Según las fuentes consultadas, el cadáver fue localizado en el suelo y junto a la cama. Las llamas quemaron el colchón y una mesa de noche, entre otras cosas. En base a la experiencia adquirida por bomberos del Consorcio de Tenerife, estos profesionales consideran que el inicio del fuego pudo registrarse aproximadamente a las 20:00 horas.

Y el incendio se desarrolló de forma lenta en una habitación situada en el fondo de la vivienda, en el punto más alejado de la vía pública. La falta de entrada de una gran cantidad de aire desde el exterior también contribuyó a que las llamas se extendieran muy despacio. Los bomberos sofocaron el incendio de forma rápida y sin grandes complicaciones. En la medida en que el asunto quedó judicializado, agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Sur de la capital tinerfeña se hicieron cargo de la instrucción del informe sobre el hallazgo del cadáver, mientras que la Policía Científica llevó a cabo la inspección ocular y la toma de fotografías.