La Guardia Civil ha registrado esta mañana un piso en el centro de l'Olleria, 30 kilómetros al sur de Manuel, para hallar pistas del paradero de la joven de 25 años Marta Calvo, desaparecida desde el pasado día 7, cuando quedó en este pueblo con un hombre al que se busca, pero también para tratar de encontrar alguna señal que permita aventurar dónde se ha metido el principal sospechoso, Jorge P. J., de 47 años.

Fuentes de la investigación han explicado que se cree que Marta Calvo pudo estar en l'Olleria y por ello llevarán a cabo registros en este pueblo, mientras los investigadores admiten que el sospechoso de su desaparición habría podido salir incluso de España, ya que contó con varios días de ventaja antes de que fuera señalado como presunto responsable de lo que le haya sucedido a la chica.

De momento, ya han rastreado, sin resultado, las vías de huida de España convencionales, aunque una de las posibilidades que se manejan es que haya recibido ayuda de algún conocido que le haya prestado un vehículo o le haya trasladado fuera del país, pero dentro de la Unión Europea. Cuando escapó, aún no se había convertido en sospechoso, por lo que pudo utilizar su documentación sin levantar sospechas.

En todo caso, de lo único que hay constancia contrastada en este momento es de que el fugitivo sí llegó a estar en el piso de l'Olleria después del encuentro con Marta, es decir, entre el 7 y el 10 de este mes, por lo que la inspección minuciosa de esta segunda vivienda puede ser fundamental para dar con su paradero. Los investigadores del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) y del laboratorio de Criminalística de València han dado por finalizado el registro de momento, sin que hayan trascendido los resultados.

La Guardia Civil busca a la joven desde el pasado día 10, un días después de que madre denunciara su desaparición en una comisaría de València.

Tras un primer rastreo con perros en las inmediaciones de la casa de Manuel, ubicada en el número 9 de la calle Sant Joan Bautista, vivienda en la que se tiene la certeza de que desapareció Marta, ya que desde allí envió la ubicación a su madre en su última conexión telefónica, la Guardia Civil ha reanudado hoy los rastreos empleando no solo perros adiestrados, sino también el helicóptero del instituto armado, buzos del GEAS y especialistas en rescate en montaña, ya que están revisando pozos, simas e incluso alguna cueva.

Este miércoles, los agentes registraron a fondo la vivienda del sospechoso, situada en las afueras de Manuel, en busca de indicios, y el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, advirtió de que hay que estar preparados para un desenlace "duro" en este caso.

Tal como adelantó ayer Levante-EMV, el sospechoso, de nacionalidad colombiana y 35 años de edad, tiene antecedentes por tráfico de drogas -importación y distribución de cocaína- y cumplió condena por ello. En marzo pasado, alquiló la casa ubicada en el número 9 de la calle Sant Joan Bautista de Manuel a nombre de su madre, y desde entonces había pagado regularmente la renta acordada -250 euros-.

El vehículo del sospechoso, un Volkswagen Passat Ranchera de color oscuro, fue localizado por agentes de Homicidios de la Guardia Civil a finales de la semana pasada, justo cuando estaba siendo desguazado en una nave de un municipio de València, tal como adelantó ayer en exclusiva este periódico.

Los agentes llegaron justo a tiempo, ya que el coche estaba en manos de un conocido del fugado, a quien se lo había entregado apenas dos días después de la desaparición de Marta con el encargo de que lo desguazara y lo hiciera desaparecer.

Precisamente el hecho de que el fugitivo pidiese a su amigo que se deshiciese del coche ha llevado a los investigadores -el equipo está integrado por el grupo de Homicidios de València y el de la UCO, comandado por el capitán de este último- a situarse en lo que el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, denominó ayer "un escenario duro".