Miembros de la Policía Nacional investigan si un indigente que dormía bajo el puente de acceso a la avenida Reyes Católicos, junto a la piscina municipal Acidalio Lorenzo, en el centro de Santa Cruz de Tenerife, falleció de forma violenta. El médico que acudió hasta el lugar de los hechos durante la mañana de ayer no certificó la muerte natural y el asuntó quedó judicializado. El motivo es que el citado profesional del Servicio Canario de Salud (SCS) apreció que la víctima tenía, al menos, un fuerte golpe en la cabeza.

El cuerpo sin vida fue localizado por testigos que avisaron a miembros del cuerpo de seguridad. A esas personas les llamó la atención el mal olor y la gran cantidad de moscas que había en dicho enclave, donde con frecuencia suelen pernoctar ciudadanos sin hogar.

Los agentes activaron al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) para que enviara a personal sanitario que determinara el estado de dicho hombre. A las 8:08 horas, la sala operativa del 1-1-2 se puso en contacto con un médico y un enfermero del centro de salud de Los Gladiolos para que se desplazaran al lugar de los hechos. El cadáver estaba desfigurado e hinchado. Según una de las personas consultadas, cuando fue descubierto, el indigente podía llevar muerto varios días. Ante el traumatismo que tenía en la cabeza y el estado del cuerpo, el médico decidió elaborar un informe para que se remitiera al Juzgado de Instrucción que se encuentra en funciones de guardia en la capital tinerfeña.

A las proximidades de la piscina municipal acudieron agentes de la Brigada de Policía Científica de la Policía Nacional, que elaboraron el informe fotográfico sobre el escenario del hallazgo del cuerpo y la inspección ocular del entorno. Debido a las características del suceso, agentes del Grupo de Homicidios se han hecho cargo de la investigación y esperan por los resultados de la autopsia.

Miembros de la asociación de vecinos Azorín afirmaron ayer que ya habían advertido a autoridades del Ayuntamiento la pasada semana sobre la importancia de prestar más atención a quienes pernoctan bajo el citado puente, en el entorno del Pancho Camurria y junto a la barriada de Cepsa.