Una vecina del barrio lagunero de Los Andenes tuvo que ser intervenida quirúrgicamente de Urgencia el pasado martes por la noche después de que su hijo la agrediera violentamente en el interior de su vivienda y, entre otras lesiones, le fracturara una cadera. Sin embargo, por temor a las reacciones del presunto autor, nunca lo denuncia ante las fuerzas de seguridad de su particular calvario.

La afectada, de 70 años de edad, decidió pedir auxilio por teléfono a una hermana ante lo que, de nuevo, estaba pasando con su hijo. Y esta mujer, a su vez, decidió activar a los servicios de seguridad y emergencias, ya que, a través del terminal, podía escuchar los gritos y los golpes que su sobrino dirigía a la víctima.

Los agentes municipales acudieron a la calle Juan Ramón Jiménez, en Los Andenes, y desde el exterior del domicilio podían oír los gritos de dolor de la perjudicada en este episodio de violencia en el ámbito familiar.

Como la puerta estaba cerrada, los policías locales solicitaron la intervención de una dotación de los bomberos, que facilitó el acceso al inmueble donde ocurrieron los hechos. Los funcionarios encontraron a la mujer tendida en la cama de una habitación y explicaba que sentía un fuerte dolor en una cadera.

Ante dicha circunstancia, también activaron a personal sanitario de una ambulancia para que evaluara a dicha ciudadana. Ante la información recabada, los técnicos del Servicio de Urgencias Canario decidieron trasladar a la herida hasta el Hospital Universitario de Canarias (HUC), donde horas después fue operada por la citada lesión.

En un primer momento, la víctima contó a los policías locales que había sido golpeada por parte de su hijo, A.F.A., que, con frecuencia, la golpea y le roba sus pertenencias, supuestamente con el objetivo de venderlas y obtener dinero con que poder comprar droga. Sin embargo, posteriormente, cambió la versión de los hechos y explicó que la fractura de cadera se la produjo en una caída. Además, rechazó denunciar a su vástago. Antes de que fuera trasladada al referido centro hospitalario, demandó a los agentes que le recogieran todos sus efectos de valor y se los entregaran, para que su agresor no se apropiara de las mismas.

Los agentes hallaron en el interior de la casa numerosas papelinas. Respecto a A.F.A es una persona que tiene numerosos antecedentes por diferentes hechos delictivos y muy conocido entre las fuerzas de seguridad.

Después de la evacuación de la víctima, los policías locales realizaron una batida por la zona de Los Andenes y localizaron al presunto autor en un bar. Al detectar la presencia de los funcionarios, A.F.A emprendió la huida a pie en dirección a Taco y la última vez que se le vio se hallaba en las cercanías del centro comercial Concorde.

Tres días después de los hechos, el pasado viernes, una vecina avisó a la Policía Local de que el citado delincuente había tocado en su puerta y, cuando su hijo le abrió la puerta, se introdujo en su vivienda. Los agentes municipales acudieron a la calle Juan Ramón Jiménez y fueron alertados por otras dos mujeres, que les indicaron que había accedido a su domicilio. Cuando los funcionarios llegaron al patio, comprobaron que A.F.A era atacado por dos perros y procedieron a detenerlo por violencia en el ámbito familiar. Después, en el centro de salud de San Benito detectaron que tenía síntomas de ansiedad después del consumo de crack.

Tras las primeras diligencias, los agentes municipales trasladaron al acusado hasta los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional, donde espera a pasar a disposición del Juzgado de Instrucción que está durante estos días en funciones de guardia en La Laguna.