Un agente de la Guardia Civil se encuentra entre los tres detenidos que el pasado mes de febrero asaltaron la vivienda de un empresario en el barrio capitalino de Siete Palmas con chalecos del Instituto Armado y armas de fuego. Estos simularon estar realizando un registro judicial para entrar y después exigir a sus moradores que abrieran la caja fuerte o les facilitaran las claves. Abandonaron la casa con las manos vacías. Todos ellos, que fueron detenidos a principios del pasado mes de octubre, están en libertad con cargos.

Los arrestados son tres hombres de 33, 42 y 46 años, dos de ellos con antecedentes policiales. Según informó la Policía Nacional la pasada semana en un comunicado, dos de los individuos tocaron en la puerta y se identificaron como agentes de la autoridad. Para ello, llevaban dos chalecos reflectantes y portaban sendas pistolas. Así, mostraron a una de las residentes del edificio un mandamiento judicial de entrada y registro falsificado.

Una vez la puerta abierta, entraron y tiraron al suelo a una de las ocupantes, a las que exigieron que abriera la caja fuerte o que les diera las claves para poder acceder a ella. Sin embargo, otra de las moradoras comenzó a gritar, lo que hizo que los asaltantes huyeran del lugar.

De esta forma, el equipo del Grupo de Delitos Patrimoniales de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Las Palmas inició una larga investigación que duró ocho meses hasta que se dio con la identificación de los dos presuntos autores materiales del asalto de la vivienda y de una tercera persona que supuestamente se encargó de facilitar las llaves del edificio y la información de la existencia de una caja fuerte.

Una de las líneas de investi-gación estaba relacionada con el uso del chaleco de la Guardia Civil, que llevó hasta un agente de este cuerpo judicial que, presuntamente, intervino durante el asalto de la vivienda. Así, los policías procedieron a la detención de las tres personas como presuntas autoras de un delito de robo.

El pasado 10 de octubre, los tres arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo titular es Luis Francisco Galván, quien tras tomarles declaración decidió ponerlos en libertad con cargos por tentativa de robo, robo en casa habitada o robo con violencia, a la espera de la calificación del fiscal, según indicaron las fuentes consultadas.