El exconcursante de Gran Hermano Carlos Navarro, El Yoyas, reconoce haber enviado en enero de 2018 mensajes vejatorios a su exmujer, Fayna Bethencourt, cuando se enteró de que tenía una relación con otra persona, pero niega haberla sometido a malos tratos durante su matrimonio.

En un comunicado difundido este lunes por su abogado, Carlos Navarro "rechaza de plano todo lo que se relata en la denuncia" de su exmujer, unos hechos por los que se expone a una posible condena de ocho años de cárcel por cinco delitos de violencia machista, otro de amenazas y uno leve de vejaciones, de acuerdo con el escrito de cargos que ha presentado contra él la Fiscalía de Canarias.

En su denuncia, Bethencourt asegura que, durante sus años de matrimonio, El Yoyas la sometió a un control absoluto de movimientos y comunicaciones, la insultó de forma reiterada y le dio varias palizas, en una de las cuales llegó a decirle: "¿Qué quieres que te rompa, el brazo o una costilla?".

Carlos Navarro alega que su entonces esposa se marchó de Barcelona en el verano de 2017 y se fue a vivir a su isla natal, Gran Canaria, con los dos hijos de mutuo acuerdo y "con billetes de avión de vuelta".

Sin embargo, según la versión de su abogado defensor, Bethencourt aprovechó ese desplazamiento para hurtarle "todo contacto con los menores", mientras él "se recuperaba de una depresión a raíz del fallecimiento de su madre".

Navarro dice haber viajado a Gran Canaria en enero de 2018 para buscar a sus hijos y reconoce que envió mensajes de contenido vejatorio -la denuncia los describe en términos amenazantes- a Fayna Bethencourt tras enterarse de tenía una relación con otra persona.

En su comunicado, el letrado Esteban Gómez Rovira se queja del "encarnizamiento" que sufre su cliente, a quien no se le permite ver ni hablar con sus hijos, a pesar de que mantiene sus derechos como padre.

Explica, en este sentido, que la decisión que tomó hace meses el Juzgado de Violencia Machista de Telde que instruyó el caso de prohibirle viajar a Gran Canaria para mantenerlo alejado de Fayna Bethencout tiene como consecuencia que no pueda ver ni hablar con sus hijos, ya que su expareja tampoco le permite comunicarse por teléfono con ellos.

Con una medida como esta, añade el abogado de Navarro, "sencillamente se consigue que el padre haya desaparecido de la vida de los menores, que es lo que al fin y al cabo se pretendía con la denuncia, lo que para esta parte es también un acto de violencia".