La Dirección General de Seguridad y Emergencias (DGSE) no encuentra ninguna anomalía ni incorrección, ni deficiencia, en la actuación de rescate hecha en la costa de Martiánez, en el municipio tinerfeño de Puerto de la Cruz, el sábado 5 de octubre tras estudiar las grabaciones de las imágenes y los audios registrados durante la actuación del helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), así como tras escuchar durante varias horas el relato de su tripulación, compuesta por cinco personas, y tras recibir de la propia tripulación y de los servicios técnicos de Protección Civil explicaciones e informaciones complementarias.

La madre y la novia del joven fallecido en el mar habían expresado quejas y solicitado que se investigara, y pusieron en duda la cualificación de la tripulación y la corrección de sus decisiones. Pero de todo lo examinado, la DGSE concluye que las actuaciones del helicóptero, es decir de sus tripulantes, pilotos y personal de rescate, se ajustaron con precisión a las normas y procedimientos técnicos aplicables a la situación que debían afrontar.

Sin perjuicio de lo que resulte de las actuaciones judiciales en curso, iniciadas a causa del fallecimiento del joven, la DGSE estima que no se requieren nuevas investigaciones por su parte, al menos por ahora. Estas averiguaciones de la Dirección de Seguridad se iniciaron inmediatamente después de que se tuviera conocimiento de las reclamaciones y denuncias hechas por la novia y la madre del fallecido.

La DGSE y la propia Consejería de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad lamentan el fallecimiento del joven, como se expresó desde el primer momento, y reiteran a los familiares de la víctima sus condolencias y el ofrecimiento de transmitirles la información que requieran, y de nuevo recuerdan que todas las actuaciones de los servicios de emergencia se registran, en soportes visuales y sonoros que permiten reconstruir lo sucedido con precisión.

Tanto el tiempo de respuesta del helicóptero y de llegada a la zona, como las maniobras de búsqueda, el rescate de la novia, como la continuación de la búsqueda aérea, así como la activación de nuevos medios de salvamento en el mar, incluyendo otro helicóptero Helimer, que se hicieron cargo inmediatamente de continuar los intentos de localización del joven , resultan ajustados a los protocolos y normas técnicas y a las circunstancias concretas de la situación en que se encontraban los accidentados, es decir; la novia, que se encontraba en tierra, como el joven caído al mar.

Actuaciones y procedimientos del GES

La primera llamada al 112 se recibió a las 12:00 horas, con gran dificultad para captar la información por la mala cobertura. Instantes después se consiguió la información de caída de un varón desde el acantilado al mar, y se activó el Servicio GES Aire, con Base en La Guancha, y al Servicio de Rescate Marítimo (SASEMAR) indicando las coordenadas aproximadas de la zona y la referencia a los túneles de Puerto de la Cruz.

El helicóptero despegó de su base de La Guancha 14 minutos después de la llamada, y cuatro minutos después sobrevoló la zona e inició la búsqueda, diez minutos después pudo ver a la novia en tierra, y a nadie en el mar.

Desde ese momento, hasta que el helicóptero fue relevado por el Helimer en labores de búsqueda tras 01:33 horas de servicio, el helicóptero del GES realizó labores de rastreo durante 26 minutos, posteriormente rescató a la alertante y la transfirió a una ambulancia y volvió a la zona de búsqueda hasta la finalización por agotamiento de combustible.

Paralelamente, SASEMAR había activado desde la llamada un servicio de rescate con motos de agua y la embarcación Punta Salinas y CECOES había activado el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y gestionado la habilitación de la helisuperficie en el muelle de Puerto de la Cruz, y la movilización de la ambulancia.

Rescates en el mar

La búsqueda y rescate en el mar es una de las operaciones más difíciles que realiza el servicio GES. Se desarrolla en un medio hostil, con un tiempo de supervivencia de la víctima en general muy corto, con condiciones meteorológicas cambiantes, condiciones de mar que pueden ser adversas y en la que es necesario volar a baja altura y velocidad lenta, exigiendo las máximas potencias de la aeronave y destrezas de pilotos y un importante esfuerzo físico y mental y exposición a peligros de los rescatadores.

Las técnicas de búsqueda, descenso de rescatadores, atención a víctimas, izado, entre otras actuaciones, están procedimentadas y todo el personal de la unidad, compuesta por dos pilotos, dos rescatadores y un operador de grúa, recibe formación y entrenamiento periódico con certificación de aptitud.

Estos procedimientos están basados en la naturaleza de los servicios que se realizan, las capacidades de las aeronaves y las experiencias de rescates anteriores, y las tripulaciones están dotadas de los equipos de protección y materiales necesarios para la ejecución los mismos y formadas para atender una amplia variedad de situaciones. Salirse de estos procedimientos, sobre todo en situaciones de cierta adversidad expone a graves peligros tanto al rescatador, a la víctima y al resto de la tripulación, exigiéndose en todo momento el cumplimiento estricto de las normas, sobre todo en lo que a seguridad se refiere.

Actuaciones en este caso

Los rescatadores del GES no están equipados ni entrenados para operaciones subacuáticas, sus equipos de protección y líneas de vida están preparadas para garantizarles la flotabilidad en las misiones de rescate y solo en situaciones muy concretas pueden desproveerse de este equipamiento para sumergirse: cuando se haya avistado a la víctima, esté al alcance de su capacidad física y no existan peligros añadidos de rompientes, oleajes, o corrientes, entre otros factores.

De ahí, que en este rescate la búsqueda se haya realizado desde el helicóptero, con una mejor visión hasta cierta profundidad para lanzar al rescatador si se hubiera avistado a la víctima.

La necesidad de rescatar a la alertante que se encontraba en tierra se considera adecuada por estar expuesta peligrosamente al acantilado, su lógico estado de nerviosismo, y su intención de lanzarse al agua.

GES Aire

El Servicio Ges Aire se compone de 75 profesionales entre pilotos, rescatadores, operadores de grúa y personal de tierra, cinco helicópteros multiservicio y un helicóptero de extinción, distribuidos en seis bases que dan cobertura al conjunto de Canarias.

El servicio atiende anualmente más de 400 personas y realiza más de 300 operaciones de Búsqueda y Rescate Aéreo (SAR), de las que corresponden a operaciones en costa o mar 90 operaciones con 40 personas rescatadas.

Destaca por la intensidad de servicios de esta naturaleza el GES Aire basado en Tenerife, con casi 200 personas rescatadas en 160 operaciones anuales, que le sitúa entre los primeros de Europa.