Agentes municipales de La Laguna precintaron en la madrugada de ayer un restaurante que carecía de licencia de apertura y que servía comidas a domicilio, a pesar de que no tenía autorización para ejercer tal actividad. Además, los policías apreciaron que el establecimiento no reunía las mínimas condiciones higiénico-sanitarias.

El desarrollo del servicio se hacía con el inmueble cerrado al público, así como con las puertas y ventanas tapadas con papeles para que nadie pudiera ver desde el exterior qué se hacía.

Los hechos ocurrieron en la confluencia de la calle Catedral y la plaza del Doctor Régulo Pérez, en el casco urbano. Inicialmente, los funcionarios acudieron a raíz de que una persona alertara de que en esa zona había una moto que tenía orden de localización y precinto por el Juzgado de lo Social de Santa Cruz de Tenerife. Y los agentes confirmaron tal extremo.

Según las pesquisas efectuadas por los miembros del cuerpo de seguridad, el local cesó su actividad en marzo pasado. Sin embargo, en la noche del miércoles al jueves se percataron de que continuaba ejerciendo la actividad a puerta cerrada y servía comidas a domicilio, a pesar de que no dispone de licencia para ello.

También detectaron que varias personas trabajaban en su interior. El hombre que se identificó como propietario es un ciudadano chino de 34 años. Además, junto a él fueron identificados un hombre y una mujer jóvenes, ambos españoles.

Los funcionarios apreciaron que en la cocina había indicios suficientes de que en ese instante se estaba preparando comida. Sin embargo, las tres personas citadas afirmaron que solo efectuaban tareas de limpieza.

Los policías locales detectaron que en la caja registradora había dinero y comprobantes del reparto a domicilio correspondientes al martes y miércoles pasado. La distribución del producto se hacía en la moto citada anteriormente. También se localizó un datáfono, que supuestamente era llevado en tal vehículo para cobrar a los clientes en sus casas. El ciudadano oriental reconoció que no tenía licencia, pero mostró una comunicación previa a la Gerencia de Urbanismo para hacer obras e instalaciones. Pero los agentes no detectaron trabajos en el inmueble. Además, pidieron la visita urgente de técnicos de Sanidad municipal y Urbanismo. Y una copia de su informe se remitió a la Inspección de Trabajo.