El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha incautado el pasado 27 de septiembre dos ardillas morunas en el Paseo Tomás Morales de Las Palmas de Gran Canaria tras el aviso de un ciudadano.

Esta persona las encontró en la calle dentro de una jaula al lado de unos contenedores de basura y dio aviso a los agentes tras saber que dicha especie está catalogada como exótica invasora, resultando un riesgo para el resto de la flora y fauna autóctona de Canarias.

Los agentes del Seprona incautaron las ardillas y recogieron la manifestación del alertante con el objetivo de intentar identificar a la persona que abandonó dichos animales, el cual se enfrenta a un delito contra el medio ambiente, concretamente en base al artículo 333 del Código Penal de España.

Éste dispone que "el que introdujera o liberara especies de flora y fauna no autóctona, de modo que perjudique el equilibrio biológico (...), será castigado con la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y, en todo caso, inhabilitación especial para profesión u oficio por tiempo de uno a tres años".

Posteriormente, los agentes entregaron las ardillas en el Centro de Recuperación de Fauna y Flora del Cabildo de Gran Canaria . Desde la Guardia Civil se recuerda que este tipo de especies catalogadas como exóticas e invasoras, pueden ocasionar un grave perjuicio a los frágiles ecosistemas de las islas.