El cuidador encarcelado por violar a una mujer de 94 años en la residencia de ancianos pública La Bonanova, en Palma, fue sorprendido in fraganti por una compañera. El sospechoso, de 27 años, confesó los hechos ante la dirección del centro cuando esta testigo lo delató. La investigación abierta por la Policía se precipitó cuando el joven acudió a un hospital y relató de nuevo los hechos a los médicos, que alertaron a los agentes. El acusado precisó entonces asistencia psiquiátrica por sus ideas suicidas y desde su ingreso en prisión permanece bajo vigilancia en la enfermería. El Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), organismo que gestiona la residencia, planteará entre otras medidas que se exija un certificado de antecedentes penales a los empleados que trabajan con ancianos para evitar este tipo de casos. El presidente de la institución, Javier de Juan, y la directora insular de Gent Gran, Sofía Alonso, aseguraron ayer que no consta que el acusado haya cometido delitos similares ni su comportamiento había levantado sospechosas. "Era muy difícil de prever", consideraron.

La violación se produjo en la noche del pasado 28 de agosto. El acusado entró la habitación de la víctima, una interna de 94 años totalmente dependiente por su grave deterioro mental, y mantuvo relaciones sexuales completas con ella. Otra empleada entró en la estancia y sorprendió al joven in fraganti, según confirmaron fuentes de la investigación. Esta testigo se quedó muy impactada y no informó a los responsables de la residencia hasta el 3 de septiembre. "Era una situación muy difícil: delatar a un compañero por unos hechos muy graves", justificó Alonso, que agradeció la colaboración de esta empleada.

Ese mismo día la dirección del centro se entrevistó con el acusado, que según las mismas fuentes confesó la violación. De Juan señaló que el IMAS le abrió de inmediato un expediente disciplinario y lo apartó del servicio. La institución logró contactar con la familia el pasado jueves y al día siguiente puso toda la información disponible en manos de la fiscalía y denunció los hechos ante la Policía Nacional.

Detenido en el hospital

El pasado viernes el acusado acudió a Son Llàtzer porque no se sentía bien. También a los médicos que lo atendieron les confesó los abusos sexuales a la anciana. El joven fue atendido en el área de psiquiatría por su intención de autolesionarse y desde el hospital alertaron a la Policía de los hechos que relataba. Los investigadores acudieron al centro hospitalario y lo detuvieron. El sospechoso, asistido por el abogado Carlos Castell, no declaró ni ante los agentes ni ante la jueza de guardia, que el sábado decretó su ingresó en prisión provisional sin fianza. En el juzgado se mostró ausente y cabizbajo y en la cárcel permanece vigilado en la enfermería.

La salud mental del acusado será analizada durante la investigación judicial para determinar si padece algún trastorno. El presidente del IMAS explicó que el acusado "no había mostrado ningún comportamiento sospechoso ni consta ningún antecedente". El joven, auxiliar de enfermería, realizaba sustituciones y llevaba desde noviembre del año pasado trabajando en la atención directa a los usuarios de la residencia La Bonanova, dijo.

Javier de Juan consideró que este tipo de hechos "son difíciles de prevenir", pero apuntó la necesidad de introducir "filtros más exigentes" para la contratación de cuidadores de ancianos que ayuden a evitar estas situaciones. En este sentido, señaló que el Consell reclamará una ley autonómica de protección de personas mayores que, entre otras medidas, obligue a los aspirantes a presentar certificados de antecedentes penales, como se hace ya con los profesionales que trabajan con menores de edad. También planteó la posibilidad de que los cuidadores de ancianos dependientes trabajen siempre en parejas.

De Juan y Alonso expresaron su "consternación" por lo ocurrido y pidieron "disculpas" a los familiares de la víctima, que "sigue en la misma residencia y no padece secuelas físicas graves". Además, anunció que el IMAS se personará como acusación en el proceso judicial abierto al sospechoso.

Críticas a la "pésima gestión" de la residencia

La asociación de defensa de los derechos de las personas mayores Amics dels Llaços Grisos achacó ayer la violación a la "pésima gestión" de la residencia La Bonanova. La entidad cuestionó la falta de personal, especialmente por las noches, y apuntó que los abusos no se habría cometido si los auxiliares trabajaran por parejas. Además, afirmó que los usuarios sufren "falta de cuidados, mala calidad de la comida, brotes de sarna y malos tratos".