Las fuerzas de seguridad españolas interceptaron en el Atlántico, cerca de las Islas Azores, un narcovelero cargado con 797 kilos de cocaína fletado por una mafia serbia sin actividad conocida en este país, que se dirigía a Europa con primera parada probable en Canarias.

La operación, llevada a cabo por la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria con cooperación de otros cuerpos de seguridad europeos, se saldó con seis detenidos: los tres tripulantes del velero (un serbio, un mexicano y un ruso) y tres personas más que fueron arrestadas esta mañana en Serbia, según detalló el inspector jefe de la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) Alberto Morales.

El yate Seascape, con pabellón de EEUU, fue abordado hace una semana en aguas internacionales por el buque aduanero español Petrel y llegó ayer a la Base Naval de la Armada en Las Palmas, donde se desembarcó su cargamento, que venía "encaletado"; es decir, alijado en todos los huecos del casco.

Este golpe al narcotráfico internacional, en el que han trabajado un centenar de agentes de varios cuerpos, se fraguó a principios de agosto, cuando se recibió información compartida por otras policías de que un velero cargado con droga podría estar en ruta por el Atlántico hacia Europa, con primera parada en España.

En concreto, contó con la colaboración de agentes de Serbia, el Reino Unido y Portugal, así como de las autoridades de Estados Unidos, que dieron el permiso que exige la legislación internacional cuando un país quiere abordar por sospechas de narcotráfico a un buque con pabellón de otro estado fuera de sus aguas territoriales.

"No ha sido una operación como otras que llevan más de un año de investigaciones. Se montó rápidamente. Fue de estas operaciones internacionales en las que se va pasando información y, de pronto, vemos que existe un velero con droga", detalló la delegada de la Agencia Tributaria en Canarias, Carmen Guillén.

Cuando se recibió la información definitiva sobre la carga y el rumbo del Seacape, la Agencia Tributaria tenía su buque de operaciones especiales Petrel ya navegando en el Atlántico, en sus misiones de control y ejercicios de entrenamiento rutinarios. Esa circunstancia, sumada a los días navegación hacia Canarias con el yate a remolque, provocó que fuera necesario enviar una segunda patrullera de apoyo, la Sacre. La cocaína interceptada tenía como destino varios países europeos y hubiera alcanzado un valor en el mercado negro de unos 25 millones de euros, de acuerdo con las estimaciones que maneja la Delegación del Gobierno en Canarias.

"Es un satisfacción enorme que, una vez más y afortunadamente, hayamos dado un duro golpe al narcotráfico, por todo lo que conlleva para la ciudadanía quitar de la circulación estas sustancias", señaló su titular, Juan Salvador León, a los medios.

Por su parte, uno de los responsables de la operación, el inspector jefe Alberto Morales, de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional, indicó que sospechan que el velero cargó el alijo en la zona del Caribe y probablemente lo iba a llevar a su destino sin transbordarlo a otro buque.

Morales subrayó la importancia de la colaboración de Serbia en esta operación, porque era una mafia de ese país, sin actividad conocida por ahora en España, la que estaba detrás del cargamento.

La operación finalmente la realizó España -y no Portugal, pese a la cercanía de Azores- porque ya tenía un buque especial movilizado en esa zona del Atlántico y porque no había certeza de que el velero fuera a hacer escala en el archipiélago luso.

"Es una práctica habitual que este tipo de veleros, cuando regresan de América con una carga ilícita, traten de simular que han hecho una parada técnica, para así evitar las sospechas de las autoridades de los países de destino", explicó el mando policial. Según aseguró Morales, "no iban a entrar en puerto, solo iban a bordear Azores".