La madre de la niña de cuatro años fallecida el pasado 24 de mayo tras tomar un alimento al que era alérgica en el colegio La Salle de Palma ha cuestionado este domingo públicamente que no le inyectaran adrenalina a su hija cuando sufrió el shock anafiláctico. En una carta publicada en Facebook el día del cumpleaños de su hija, la mujer sostiene que la pequeña podría haberse salvado si le hubieran suministrado ese medicamento. La madre insiste en que a la menor "le dieron un alimento que no podía comer", pese a que en el centro educativo estaban al corriente de su alergia. "Solo me queda luchar para que, en este primer mundo dotado de todas las comodidades (...) no vuelva a suceder darle a un niño algo que no debe o puede comer", sostiene.

La menor murió en el colegio palmesano el pasado 24 de mayo tras tomar de postre un helado de nata que contenía proteína de leche de vaca, a la que era alérgica. Según la investigación de la Policía Nacional, los padres habían comunicado debidamente esta circunstancia y la empresa que gestiona el comedor era consciente del problema.

En la extensa misiva, la mujer recuerda cómo se despidió de su hija a las puertas del colegio La Salle el pasado 24 de mayo. "Recuerdo su última mirada antes de perderla de vista cruzando la puerta, y un guiño de ojo confirmando nuestro reencuentro al acabar la jornada", explica. La madre dice dejar "a un lado y manos de la justicia" a las personas responsables de lo ocurrido, para enumerar después las, a su juicio, negligencias que propiciaron el fallecimiento de la pequeña. "A mi hija le dieron un alimento que no podía comer", sentencia. También reprocha que no se le inyectara adrenalina, "que no tiene efectos perjudiciales graves y en cambio sí puede salvar la vida".

La familia de la menor está personada en la causa judicial como acusación particular a través del letrado Daniel Castro.