El incendio que afecta desde la tarde de este martes a Jardina, en la zona de Las Mercedes (San Cristóbal de La Laguna) ha quemado 40 hectáres de cereal, restos de cereal, caña y matorral. Ya entrada la noche, después de que distintas fuentes apuntaran que había quedado controlado al ponerse el sol, el Cabildo ha emitido una nota en la que señala que el fuego está estabilizado pero no se puede dar por controlado.

Por ello, han solicitado al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad de Canarias del 112 intervención para vigilancia, así como la colaboración de la Policía Local de La Laguna y Protección Civil. Además seguirán trabajando los brigadas forestales para controlar y extinguir el fuego.

Una casa ha sido desalojada, debido al humo, y al menos un coche ha resultado calcinado.

Ante el rápido ascenso de las llamas hacia las zonas de Valle Tabares y Valle Jiménez el Cabildo de Tenerife movilizó de inmediato varios medios, entre ellos el helicópter Ecuriel HB1 de la Brigada Forestal (Brifor) y el Consorcio de Bomberos de Tenerife. También participan en el operativo un vehículo de alta movilidad táctico (Vamtac), dos autobombas, un técnico y un agente de Medio Ambiente.

El trasfondo de la limpieza

"No nos dejan limpiar alrededor de las casas y esto es lo que pasa", se quejó otro residente en la zona. "Pides ir a recoger leña seca y no te dejan", afirmó el mismo vecino. "Es una locura que no limpiemos más los montes", aseguró un segundo, que admitió que por la mañana estuvo en el incendio acaecido en La Orotava. "Esta mañana estuve en El Teide y, mientras bajaba para aquí, me encontré con que toda la carretera estaba llena de pinocha", denunció.

"En la época de nuestros abuelos no ocurrían estos incendios, y entiendo que se dejen un par de centímetros de pinocha, pero no 70, como hemos visto hoy en las cunetas", insistió. La limpieza de los montes es algo que prácticamente todos los vecinos criticaron mientras miraban atentos cómo el helicóptero depositaba grandes bolsas de agua.

Poco después comenzó a descender desde el bosque de Las Mercedes la clásica "bruma lagunera". "Esto ayudará a que deje de prender", argumentaba otro vecino esperanzado, pues el viento estaba ejerciendo una presión igualmente importante.