Continúa sin faltar a su cita anual con el incendio de Cazadores, pero nadie le pone rostro ni nombre al pirómano pese a que al menos en las últimas dos décadas ha quemado cada año la misma zona, apena un kilómetro entre este barrio y la carretera de La Pasadilla, que conduce a Ingenio. Ni rastro ni pistas de momento sobre la autoría de este nuevo incidente entre las carreteras GC-120 y la GC-131, una situación que se repite cada año ante la imposibilidad, al menos de momento, de realizar una detención que permita resolver un misterio que preocupa no solo a los vecinos, sino también a las administraciones y fuerzas de seguridad.

Juan Martel es concejal del Ayuntamiento de Telde y vecino de Lomo Magullo, cercano al afectado por las llamas. Expresa su pesar por la repetición de un "incendio intencionado y que sea más o menos en el mismo sitio, en un kilómetro de distancia y en la mayoría de los casos en julio, aunque este año haya sido en agosto". No entiende este reiterado acto vandálico, "ya que en ningún caso tiene justificación provocar un incendio, pero es que en esta zona no hay ganancia económica porque no se puede construir ni creo que sea una disputa entre residentes".

Aporta un dato revelador: "No es casualidad que cuando requieren al dispositivo de emergencia de Telde para ayudar en la extinción del fuego en Artenara y Tejeda, sea cuando se activan las llamas en el mismo lugar de siempre y está claro que quien lo haga sabe cómo hacerlo y cuándo".

No obstante, a Martel le choca que sea el mismo autor el de los incendios en estos últimos 20 años y más dudas le asaltan si comenzaron en 1978 como ha declarado Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria. "O empezó desde niño o no es una sola persona porque los años pasan y parece raro que nunca se haya sabido quién es pese a que se ha intentado descubrirlo", indica, al tiempo que señala que "quien lo hace está jugando con fuego, nunca mejor dicho, y con vidas humanas, ya que en esta ocasión un cambio de viento podía haber desplazado las llamas en dirección a Cazadores o hacia el barranco de Los Cernícalos y entonces habría sido mucho más peligroso".

Como vecino agradece la intervención de todos por colaborar en el control del incendio, de su ayuda desinteresada de las empresas y colectivos de La Breña, Lomo Magullo y Valle de Los Nueve para con los afectados, "la solidaridad es la cara amable de la tragedia". Apela a la actuación de las administraciones para "parar los pies a las personas que ocasionan estas situaciones dramáticas cuyas consecuencias van mucho más allá de lo que a simple vista se ve". Pide a la ciudadanía que colabore en el caso de Cazadores, un incendio "que se repite cada año, que es una señal inequívoca de hacer daño y poner en riesgo la vida de personas, animales y la vegetación que es imprescindible para la vida".

Jonay López, que se estrena como concejal en este mandato, también es de Lomo Magullo y ha vuelto a comprobar como el pirómano desconocido se ha salido con la suya un año más. Más joven, en su memoria ha quedado grabado sobre todo el incendio que se propagó por la zona en 2011. "Recuerdo que estábamos pintando el escenario de las fiestas de las Nieves cuando vimos una bola de fuego quemando el monte y nos impresionó mucho'.

Asimismo, alaba la solidaridad espontánea y altruista de todos los vecinos, "quienes ven que cuando hay fuego enseguida se ofrecen para dar alojamiento, comida, ropa, mantas y lo que haga falta para ayudar a los afectados porque sienten que lo que arrasa las llamas es de todos. Desde Cazadores a Punta Fielato todos tienen claro que esto afecta a todos, a la cumbre de todos". López opina que la persona que provoca estos fuegos sabe lo que hace y dónde debe hacerlo, "o es alguien que vive en campo o lo conoce, pero hasta el momento no se le ha podido identificar, es vox populi que se puede tratar de un ajuste de cuentas o una protesta". Como político es su primera experiencia ante un hecho que conoce como vecino: "La gente me llamaba para saber cómo iba el incendio y me decían que no estarían tranquilos hasta que les dijera que estaba controlado, que no podrían dormir sin saber lo que pasaba".